Mueren
inmigrantes ilegales en alta mar porque las mafias les garantizan falsamente
que serán rescatados
Por
Bruno Perera
Según la
noticia publicada por Canarias7,
55 inmigrantes ilegales que navegaban hacia Canarias desde la costa africana en
una zodiac fueron socorridos por un barco mercante a unas 45 millas náuticas (aproximadamente 83
kilómetros) al sureste de Lanzarote.
En la información
que se ha publicado, se informa que entre
3 y 5 de los inmigrantes desaparecieron en el mar tras lanzarse al agua en un
intento desesperado por alcanzar el mercante cuando su embarcación en la que
navegaban, se hundía.
Ver
la noticia en estos dos enlaces, cuya información difiere ligeramente sobre lo
ocurrido:
El capitán
del mercante, como es habitual porque jamás avisan a las patrulleras africanas
por causa de que no responden a las llamadas de socorro sino cuando les viene
en gana, avisó a las autoridades de Canarias, y los supervivientes fueron
trasladados a Lanzarote por una patrullera de la Guardia Civil del Mar, en una
operación que se repite con dolorosa frecuencia en las aguas del Atlántico.
Estas
tragedias se han convertido en parte del paisaje habitual del drama migratorio
que se vive entre África y Canarias. Y ocurren por una cadena de
irresponsabilidades:
las mafias que trafican con vidas humanas; los gobiernos africanos corruptos
que permiten la salida de estas embarcaciones; y una Unión Europea cómplice, que
paga millones en subvenciones para que esos mismos gobiernos “controlen” la
migración, mientras hacen la vista gorda a cambio de dinero y chantaje político,
y donde el Gobierno canario es también cómplice de la misma tragedia porque forma
parte del chantaje que le hacen entre todos, mafias, políticos, algunos
empresarios y oenegés a la UE.
A las mafias
africanas, europeas y a las oenegés proinmigración ilegal les importa un pepino
que mueran hombres, mujeres y niños: cada cuerpo es una cifra más en su
contabilidad del horror. Y a muchos políticos europeos y africanos también:
cada muerto sirve para mantener viva una narrativa de victimismo y dependencia
que alimenta subvenciones, votos y propaganda.
Mientras no
se establezca un protocolo firme que obligue a desembarcar a los migrantes en
el puerto más cercano —como dictan la lógica del rescate marítimo y la ética
humana—, las rutas seguirán activas. Y seguirán las muertes.
Cada día que
una patera, zodiac o cayuco parte desde las costas de Marruecos, el Sáhara,
Mauritania, Senegal o Gambia, se pone en marcha una ruleta mortal donde los
únicos ganadores son los traficantes y los burócratas que viven del drama
ajeno.
Las oenegés que promueven el rescate sistemático sin control ni repatriación
inmediata también tienen su parte de responsabilidad: sus acciones, nacidas de
un falso humanitarismo, terminan actuando como un efecto llamada que alienta a
otros a lanzarse al mar convencidos de que serán rescatados.
Pero el mar
no entiende de buenas intenciones, solo de leyes físicas y de límites humanos.
Este es un
llamado a las conciencias: a los gobiernos europeos que financian el caos, a
las autoridades africanas que lo permiten y a las oenegés que se niegan a ver
las consecuencias de su idealismo sin freno.
Porque cada patera, zodiac o cayuco que zarpa hacia alta mar con seres humanos
hacinados y desesperados es una sentencia firmada. Y mientras los responsables
se reparten discursos y subvenciones, el Atlántico se convierte en un
cementerio anónimo donde nadie responde por los muertos.
…………………
Fuentes
Ruta
Canaria:
según la Organización
Internacional para las Migraciones (OIM), la llamada “Ruta
Atlántica” es una de las más peligrosas del mundo. Se estima que más de 5.000
personas han desaparecido o muerto entre África y Canarias desde 2020.
Causas principales:
pobreza extrema, conflictos locales, sequías prolongadas y corrupción en los
países de origen.
Mafias activas:
operan desde Senegal, Mauritania, Marruecos y el Sáhara Occidental, cobrando
entre 1.000 y 3.000 euros por persona.
Convenios
internacionales: el Convenio
SOLAS (1974) y el Convenio
SAR (1979) establecen la obligación de rescatar y desembarcar en el
puerto seguro más cercano, pero la aplicación política de estos tratados se ve
alterada por intereses diplomáticos y económicos.
Fuentes: Canarias7 (2025), OIM (Informe 2024), Frontex, Eurostat, Convenio SAR/SOLAS, ACNUR.
Nota: La solución a este
problema pasa por cerrar todos los albergues de adultos y MENAs existentes en
Canarias, repatriar a los que ya están tutelados a sus países de origen y
permitir la inmigración solo cuando sea necesaria y por la vía legal. Tanto el
mar como las fronteras terrestres deben ser controlados, porque, como sabemos,
entran tantos inmigrantes ilegales por vía aérea como por mar. También hay que
recordar que los inmigrantes rescatados en alta mar deben ser desembarcados en
el puerto más cercano, según lo estipula la Ley del Mar de Naciones Unidas. Una
vez reciban la ayuda y atención necesarias, lo lógico y justo debe ser que sean
repatriados a sus países de origen.
Aviso. Este
artículo fue enviado a la señora Ursula Von der Leyen presidenta de la Comisión
Europea. Y como otras tantas veces, seguro es que me responderá con otro correo
dándome noticias sobre los próximos cambios que la UE está llevando a cabo para
atajar la inmigración ilegal .
No hay comentarios:
Publicar un comentario