Rancho Texas - Puerto del Carmen - Lanzarote

jueves, 4 de septiembre de 2025

Las aves elefantes bien pudieron haber llegado a Lanzarote nadando

 


Las aves elefantes bien pudieron haber llegado a Lanzarote nadando

Por Bruno Perera

Un reciente estudio científico, publicado en la revista Fossil Studies, ha arrojado luz sobre un enigma paleontológico de Lanzarote: los huevos descubiertos a mediados del siglo XX en la zona norte de la isla, cerca de Órzola, no pertenecen a avestruces ni a otras ratites, como se creyó durante décadas. Los investigadores sostienen que se trataría de restos de las míticas aves elefante, enormes animales no voladores nativos de Madagascar que alcanzaban los tres metros de altura y podían pesar hasta 650 kilos.

El análisis de las cáscaras y de los nidos hallados en lugares como Valle Grande, Valle Chico y Fuente de Gusa indica que la isla solo habría albergado una única especie de estas aves, ya que sus dimensiones reducidas no permitían sostener dos poblaciones de grandes herbívoros u omnívoros. Los restos encontrados —miles de fragmentos de cáscaras, siete huevos completos y dos moldes externos— sugieren que las hembras alcanzaban tamaños mayores que los avestruces actuales.

Los científicos creen que estas aves llegaron a Lanzarote hace unos cuatro millones de años, cuando la isla era apenas un tercio de su tamaño actual. La hipótesis más aceptada es que habrían cruzado desde África en un contexto geológico y biogeográfico muy distinto al de hoy.

Ver noticia completa aquí:

https://www.lavozdelanzarote.com/actualidad/mas-noticias/estudio-revela-ave-mas-grande-jamas-existio-habito-en-lanzarote_237490_102.html

 

El trasfondo geológico: de Pangea a Lanzarote

Para entender cómo un animal originario de Madagascar pudo acabar en Lanzarote, conviene recordar la historia profunda de nuestro planeta. Hace unos 200 millones de años existía un único supercontinente, Pangea, cuyo nombre en griego significa “toda la tierra”. Este bloque comenzó a fracturarse desde la Dorsal Mesoatlántica —que se extiende del Polo Norte al Polo Sur—, iniciando un proceso de deriva continental que aún hoy continúa.

América se desplazó hacia el oeste, mientras Europa, África y la Antártida lo hicieron hacia el este y el sur. En este proceso, algunas zonas de la corteza oceánica se estiraron y se fracturaron y dieron lugar al nacimiento de archipiélagos volcánicos como el Caribe, las Azores y la Macaronesia, donde se incluyen las Canarias.

Las islas canarias comenzaron a emerger hace entre 18 y 19 millones de años, fruto de una intensa actividad volcánica submarina. Lanzarote y Fuerteventura fueron las primeras en formarse y, hace unos cuatro o cinco millones de años, se encontraban más próximas a la costa africana que en la actualidad.

¿Nadadoras improbables?

Aunque las aves elefante eran animales terrestres y no voladores, no resulta descabellado imaginar que pudieron llegar a Lanzarote nadando cortas distancias desde África, especialmente si las islas estaban entonces más cerca del continente. Otros grandes animales extintos, como los hipopótamos o elefantes, han demostrado ser buenos nadadores en travesías oceánicas cortas, colonizando islas alejadas.

Ahora bien, también conviene ser prudentes: resulta difícil concebir que aves de semejante tamaño pudieran resistir largas travesías marinas sin apoyo de corrientes favorables o plataformas intermedias. La ausencia de restos similares en otras islas cercanas mantiene abierta la discusión científica.

Aun así, el hecho de que Lanzarote fuese entonces más pequeña y fértil habría favorecido la supervivencia de una pequeña población de estas aves, que dejaron tras de sí los huevos hallados en el macizo de Famara.

Canarias: tierra en movimiento

Conviene subrayar que las Islas Canarias no son fragmentos desprendidos de la costa africana —como sí sucedió con Madagascar respecto a África oriental—, sino islas de origen volcánico. Esto explica que sigan desplazándose hacia el oeste a razón de unos dos centímetros por año, en un viaje geológico que todavía no ha concluido.

Este movimiento constante es responsable de los maremotos de baja intensidad que se registran de forma habitual en la periferia canaria y de fenómenos eruptivos como el de La Restinga en El Hierro (2011) o el de Cumbre Vieja en La Palma (2021). Son recordatorios de que las islas siguen vivas, geológicamente hablando, y de que su historia natural aún se está escribiendo.

Reflexión final

La hipótesis de que las aves elefante pudieron llegar nadando a Lanzarote nos invita a reflexionar sobre la extraordinaria interconexión entre geología, biología y azar evolutivo. Los fósiles, en este caso cáscaras de huevo, son las huellas silenciosas de un tiempo remoto en el que islas y continentes eran otros, y donde seres hoy extinguidos caminaron por territorios que hoy habitamos los humanos.

Lejos de ser una simple curiosidad arqueológica, este hallazgo nos recuerda que la historia de la vida y de la Tierra está en constante reescritura. Y que en lugares como Lanzarote, donde la roca volcánica narra millones de años de transformaciones, todavía se esconden capítulos insospechados del gran libro de la evolución.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario