España y las Indias: Una vieja disputa centrada en oro, plata
y piedras preciosas
Por Bruno Perera.
La historia de España y sus excolonias en América es un relato
complejo, lleno de matices y de interpretaciones que aún hoy generan debate.
Uno de los aspectos más discutidos es la extracción de metales duraderos y
piedras preciosas, en su tiempo, en las excolonias americanas, especialmente oro, plata y gemas
como esmeraldas, ópalo, topacio y perlas. Además, analizo cómo estos recursos
influyeron en la economía y en la percepción que las naciones americanas tienen
de su pasado colonial.
Desde el siglo XVI, cuando los españoles llegaron al vasto
continente americano en busca de riquezas, la extracción de metales y piedras
preciosas se convirtió en uno de los principales motores de la colonización. La
leyenda del "Oro de las Indias" alimentó la ambición europea, en
particular la de España, que vio en estos recursos una fuente de riqueza y
poder. Sin embargo, la realidad fue mucho más compleja de lo que a menudo se
presenta en relatos simplificados.
Se ha alegado mucho sobre cómo España se enriqueció a costa
de los recursos mineros de América, pero también sobre cómo esta extracción
trajo ruina a la metrópoli. La verdad es que, si bien los metales y piedras
preciosas fueron un motor social y económico, la relación entre España y sus
colonias fue mucho más que un simple saqueo. España envió a América barcos,
materiales, herramientas, animales y personas que, en muchos casos,
contribuyeron al desarrollo de las colonias y a la creación de un legado
cultural y arquitectónico. Este legado transformó algunas costumbres y, en
ciertos casos, mitigó los horrores de las prácticas de sacrificios humanos que
los mexicas llevaban a cabo y, en menor medida, las de los mayas, quienes
también practicaban esclavitud de guerra y sacrificios humanos.
Es interesante recordar que, en aquella época en América
indígena, el oro, la plata y las piedras preciosas no eran considerados
recursos para el sustento diario, sino símbolos de riqueza, poder y belleza. Para
los pueblos originarios, estos metales y gemas tenían un valor estético y
ceremonial, utilizados en adornos corporales y objetos de regalo. En contraste,
en Europa, estos recursos eran utilizados como patrón de garantía para monedas,
en la decoración de palacios, en la adquisición de armas y en todo aquello que
simbolizaba estatus y poder.
El impacto de la extracción de estos recursos en América
también tuvo efectos en la economía española. La llegada de grandes cantidades
de oro, plata y piedras preciosas a Europa generó inflación y cambios en las
estructuras económicas. No obstante, no necesariamente enriqueció a toda la
población española. De hecho, algunos historiadores sostienen que, tras la
pérdida de las colonias americanas en el siglo XIX, España quedó más
empobrecida que en tiempos coloniales, debido a la interrupción de estos flujos
de recursos y a la crisis social y económica interna que ello provocó y que dio
paso a guerras civiles y a cambios de gobiernos en España.
Es fundamental contextualizar estos hechos en su tiempo. La
conquista y colonización, si bien tuvieron aspectos oscuros y horrendos,
también dejaron un legado cultural, artístico y arquitectónico que todavía
podemos apreciar en muchas ciudades latinoamericanas y en España misma. Iglesias,
plazas, obras de arte y tradiciones son testimonios de una historia compartida
que no puede reducirse únicamente a los recursos extraídos.
En definitiva, la historia de España y América es un relato
de encuentros, conflictos y legados. La extracción de metales y piedras
preciosas fue solo una parte de un proceso mucho más amplio, que dejó huellas
profundas en ambas culturas. Reconocer estos matices nos ayuda a entender mejor
nuestro pasado y a construir una visión más equilibrada y respetuosa de la historia
compartida.
Fuentes y datos adicionales:
- La llegada de Cristóbal Colón en 1492 marcó el inicio de la
colonización europea en América, un proceso que duró varios siglos y que
transformó ambos continentes.
- La leyenda de "El Dorado" refleja la búsqueda
europea de riquezas en las tierras americanas, alimentando expediciones y
conquistas.
- La economía colonial se basó en un sistema de encomiendas y
explotación que, si bien generó riqueza para algunos, también causó sufrimiento
y desigualdad.
Este relato busca ofrecer una visión más matizada y
enriquecedora de un capítulo fundamental en la historia mundial, invitándonos a
reflexionar sobre las complejidades del pasado y sus repercusiones en el
presente.
Reflexión adicional: ¿Y qué hay de otros ejemplos históricos?
Si analizamos el perdón que algunas excolonias
hispanoamericanas demandan a España en la actualidad, podemos remontarnos en la
historia y recordar que España, en su vasto pasado, también fue objeto de
múltiples conquistas y colonizaciones. Por ejemplo, en la península ibérica,
los romanos conquistaron territorios en la Hispania antigua; los árabes y
sirios conquistaron casi toda la península ibérica a partir del siglo VIII; y
la Iglesia Católica jugó un papel central en la consolidación del poder en la
región desde el siglo II en adelante. Y sin olvidar las guerras y conquistas napoleónicas
en España.
Por otro lado, si extendemos la mirada, podemos encontrar
ejemplos de conquista y colonización en otras civilizaciones. Los egipcios, por
ejemplo, a lo largo de su historia, conquistaron y controlaron diversas
regiones en el Levante, Nubia, Libia y el norte de África. Durante el Imperio
Nuevo (aproximadamente 1550-1070 a.C.), Egipto expandió su influencia hacia
Canaán, Siria y Líbano, conquistando territorios y estableciendo dominios para
asegurar recursos como oro, ébano y otros bienes valiosos. Sin embargo, Egipto
también fue conquistado y dominado por varias civilizaciones, incluyendo los
hititas, asirios, persas, griegos, romanos, bizantinos, árabes musulmanes y
otomanos, entre otros.
Tras la conquista romana en el 30 a.C., Egipto pasó a formar
parte del Imperio Romano, y posteriormente del Bizantino, hasta la conquista
musulmana en el siglo VII. En los siglos posteriores, Egipto fue gobernado por
dinastías musulmanas, otomanas y, en el siglo XIX, estuvo bajo influencia y
control parcial de potencias europeas, especialmente el Reino Unido, que ocupó
el país en 1882 y mantuvo una presencia dominante hasta su independencia en
1952.
¿Qué nos dice esto?
Que la historia de conquista y colonización es universal y
que, en muchos casos, los pueblos conquistados también han sido conquistadores
en otros momentos. La idea de pedir perdón o de culpar a una nación por sus
pasados históricos debe ser vista en un contexto más amplio, reconociendo que
la historia es un proceso complejo y multifacético.
¿Y qué hay de las demandas de perdón en la actualidad por países latinoamericanos?
Algunos políticos de países latinoamericanos argumentan que
España debe pedir perdón por los daños que cometió en el pasado en América
Latina, pero yo digo que también sería justo recordar que las élites criollas,
en colaboración con la Iglesia, fueron quienes lideraron los procesos de
independencia y, en muchos casos, repartieron las riquezas del continente entre
ellos, dejando a las poblaciones originarias en condiciones de desigualdad y
marginación. La historia no es solo un relato de víctimas y victimarios, sino
también de actores complejos que actúan en contextos específicos.
Por ejemplo, en el México actual, figuras como el expresidente Andrés Manuel López Obrador y la actual presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. Obrador de descendencia española y mexicana nativa y Sheinbaum de descendencia judía y mexicana nativa, ambos "criollos", se presentan como representantes de los derechos de los mexicanos, pero sin decir que también son herederos descendientes de un pasado colonial y de las dinámicas de poder que se gestaron durante la colonización y tras la independencia. La manipulación política y la búsqueda de votos a veces llevan a discursos que simplifican la historia y generan divisiones. Y sobre todo sin querer recordar lo que dice el historiador mexicano Juan Miguel Zunzunegui, que en 1910, en el Centenario de la Independencia de México, España pidió oficialmente perdón por los errores que cometió con el pueblo mexicano en el pasado colonial. También en 1991 el rey Juan Carlos de Borbón visitó México y se excusó por los mismos errores.
¿Y qué hay de los nativos de los EEUU? ¿Debería Inglaterra pedir perdón por sus
acciones durante la colonización y el holocausto en Norteamérica en el cual
mataron a casi el 90% de los indígenas? La historia de conquista y resistencia
es grande y compleja. Los pueblos originarios sufrieron desplazamientos,
genocidios y pérdida de sus culturas, pero también resistieron y mantienen
vivas sus tradiciones.
En conclusión:
La historia de la colonización, conquista y extracción de
recursos es un capítulo complejo que trasciende las simples narrativas de
victimización o culpabilidad. Reconocer los matices, las responsabilidades
compartidas y los legados culturales nos permite construir una visión más
equilibrada y respetuosa del pasado, que sirva para entender mejor nuestro
presente y promover un diálogo más honesto y constructivo entre las naciones y
sus pueblos.
¿Para saber por qué España no debe pedir perdón a América Hispana? Ver este vídeo del profesor mexicano Juan Miguel Zunzunegui:
https://www.youtube.com/watch?v=JA3sZRdpPa8
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.