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sábado, 1 de febrero de 2025

Me ha dado por pensar que quizás nuestra misión en la Tierra sea contar bichos y morir con estilo

 


Me ha dado por pensar que quizás nuestra misión en la Tierra sea contar bichos y morir con estilo

Por Bruno Perera.

Imaginen. En un rincón del inmenso universo, donde las estrellas parpadean como luces de una fiesta cósmica, surge una gran pregunta existencial que ha atormentado a la humanidad desde tiempos inmemoriales: ¿Por qué estamos aquí? Algunos dirán que es para amar, otros para crear, pero yo, Bruno Perera, he llegado a una conclusión revolucionaria, ¡ de que estamos aquí para contar bichos!

Sí, amigos, el Cosmo-Poder nos creó desde la NADA, y no solo eso, sino que nos dio la misión de ser los contadores oficiales de todos los insectos, arácnidos y criaturas extrañas que pueblan nuestro querido planeta Tierra. ¿Quién necesita un propósito elevado cuando puedes dedicar tu vida a contabilizar a esos pequeños seres que se cuelan en tu casa y te miran con esa mirada de “¿me vas a aplastar o me vas a dejar vivir?”.

Imaginemos por un momento que el Big Bang fue, en realidad, una explosión de risas cósmicas. La partícula de Higgs, en lugar de ser un componente fundamental de la materia, era simplemente un bicho muy travieso que decidió jugar al escondite. Y así, de la NADA, surgimos nosotros, los contadores de bichos, armados con nuestras libretas y lápices, listos para anotar cada zancada de una hormiga y cada vuelo de una mosca.

Pero, ¿qué pasa después de que hayamos contado todos los bichos? Bueno, aquí es donde la cosa se pone interesante. Según mi teoría, después de cumplir con nuestra misión, nos espera un destino glorioso: morir bajo el suelo, donde seremos devorados por los mismos bichos que contamos. ¡Qué ironía! Pasamos nuestra vida contando a esos pequeños seres y, al final, nos convertimos en su almuerzo. ¡Eso sí que es un ciclo de vida digno de un documental de la naturaleza!

Y no se engañen, amigos, no se trata solo de contar bichos. También hay que hacerlo con estilo. Imaginen a un grupo de contadores de bichos, todos vestidos con trajes de gala, con una libreta en una mano y un lápiz en la otra, haciendo una pasarela en el jardín mientras anotan la cantidad de mariposas que pasan volando. “¡Oh, mira! ¡Una mariposa monarca! “¡Anotemos eso en la lista de los bichos VIP!”

Así que, la próxima vez que vean una araña en su casa, en lugar de gritar y correr, piensen en su misión cósmica. Recuerden que, en algún lugar del universo, el Cosmo-Poder está observando y esperando que hagan su trabajo. Después de todo, si no contamos a esos bichos, ¿quién lo hará? Y si nos devoran al final, al menos habremos cumplido con nuestra misión de vida: ser los mejores contadores de bichos del universo.

Por lo tanto, amigos, ¡a contar bichos se ha dicho! Y si la vida les da limones, hagan limonada… o mejor aún, cuenten los bichos que se los roban. ¡Que el Cosmo-Poder los acompañe en esta hilarante aventura!

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