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sábado, 11 de enero de 2025

La vestimenta entre hombres y mujeres: un Carnaval de moda

 


La vestimenta entre hombres y mujeres: un Carnaval de moda

Por Bruno Perera.

¡Ah, la vestimenta! Ese fascinante juego de telas, colores y estilos que nos hace preguntarnos si realmente sabemos qué ponernos por la mañana o si, en realidad, estamos intentando no parecer un personaje de un programa de televisión de los 90.

En este carnaval de moda, donde cada uno elige su disfraz, me he puesto a reflexionar sobre la vestimenta entre hombres y mujeres, y cómo a veces parece que todos estamos en una especie de concurso de disfraces.

Los hombres heterosexuales, esos valientes guerreros de la moda, suelen vestirse con ropa que, por costumbre y tendencia, es considerada masculina. Es decir, camisas que parecen haber sido diseñadas por un ingeniero de la NASA y pantalones que, si se ajustan demasiado, podrían ser considerados una forma de tortura.

Mientras tanto, las mujeres heterosexuales, con su infinita variedad de opciones, pueden optar por prendas que son tanto para el sexo femenino como para el masculino. ¡Es como si tuvieran un armario lleno de posibilidades y un mapa del tesoro para encontrar la combinación perfecta!

Y luego están los hombres homosexuales, quienes algunos se visten con ropa que desafía todas las normas. Aquí es donde la moda se convierte en una explosión de creatividad. Un día, puedes ver a alguien con un traje de lentejuelas que parece haber sido sacado de una película de Broadway, y al siguiente, a otro con un conjunto que haría que incluso un camaleón se sintiera celoso. ¡Bravo por ellos! La moda es su lienzo y ellos son los artistas.

No podemos olvidar a las mujeres lesbianas, que también juegan en este carnaval de la vestimenta. Ellas pueden optar por ropa que es tanto femenina como masculina, lo que significa que pueden llevar una chaqueta de cuero que grita "soy una rebelde" y, al mismo tiempo, una camiseta que dice "me gustan las galletas". ¡Es un equilibrio perfecto entre fuerza y dulzura!

Pero aquí me surge una pregunta: ¿no sería más fácil que los hombres se vistieran con ropa masculina y las mujeres con ropa femenina? ¡Imagina un mundo donde todos llevamos uniformes! Los hombres con trajes de superhéroe y las mujeres con vestidos de princesa. ¡Sería un desfile de carnaval todos los días! Pero, claro, eso no cambiaría quiénes somos. La ropa que usemos no define nuestro sexo ni nuestra personalidad. Al final del día, todos estamos tratando de mostrar quiénes somos, ya sea a través de un atuendo de gala o un pijama de unicornio.

Así que, en lugar de preocuparnos por las etiquetas de la moda, quizás deberíamos centrarnos en lo que realmente importa: ser auténticos. Porque, al final, la verdadera diferencia no está en la ropa que llevamos, sino en la personalidad que mostramos. Así que, ¡vístete como quieras! Ya sea que elijas un traje de baño en invierno o un abrigo de piel en verano, lo importante es que te sientas tú mismo. ¡Y si eso significa llevar un sombrero de carnaval, que así sea!

Recuerda, la vida es un carnaval, y todos somos los protagonistas de nuestra propia pasarela. ¡Así que, a brillar, que la moda no tiene límites! Pero, por favor, si trabajas de profesor no te vistas de payaso porque los alumnos se reirán de ti. Y si eres médico, lleva ropa blanca para que se vea que estás limpio, y si lo haces de cocinero, evita la ropa negra, porque entonces te pueden confundir con el que limpia las chimeneas. 

¡Celebremos la diversidad y la creatividad en cada elección que hacemos siempre respetando el significado de tu atuendo cara a las necesidades de oficios y carreras que practiques! -Un bombero no debe ir vestido de princesita, un policía vestido de gánster, ni tampoco un soldado vestido de cura. Etc.

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