La vestimenta entre hombres y mujeres: un Carnaval de moda
Por Bruno Perera.
¡Ah, la vestimenta! Ese fascinante juego de telas, colores y
estilos que nos hace preguntarnos si realmente sabemos qué ponernos por la
mañana o si, en realidad, estamos intentando no parecer un personaje de un
programa de televisión de los 90.
En este carnaval de moda, donde cada uno elige su disfraz, me
he puesto a reflexionar sobre la vestimenta entre hombres y mujeres, y cómo a
veces parece que todos estamos en una especie de concurso de disfraces.
Los hombres heterosexuales, esos valientes guerreros de la
moda, suelen vestirse con ropa que, por costumbre y tendencia, es considerada
masculina. Es decir, camisas que parecen haber sido diseñadas por un ingeniero
de la NASA y pantalones que, si se ajustan demasiado, podrían ser considerados
una forma de tortura.
Mientras tanto, las mujeres heterosexuales, con su infinita
variedad de opciones, pueden optar por prendas que son tanto para el sexo
femenino como para el masculino. ¡Es como si tuvieran un armario lleno de
posibilidades y un mapa del tesoro para encontrar la combinación perfecta!
Y luego están los hombres homosexuales, quienes algunos se
visten con ropa que desafía todas las normas. Aquí es donde la moda se
convierte en una explosión de creatividad. Un día, puedes ver a alguien con un
traje de lentejuelas que parece haber sido sacado de una película de Broadway,
y al siguiente, a otro con un conjunto que haría que incluso un camaleón se
sintiera celoso. ¡Bravo por ellos! La moda es su lienzo y ellos son los
artistas.
No podemos olvidar a las mujeres lesbianas, que también
juegan en este carnaval de la vestimenta. Ellas pueden optar por ropa que es
tanto femenina como masculina, lo que significa que pueden llevar una chaqueta
de cuero que grita "soy una rebelde" y, al mismo tiempo, una camiseta
que dice "me gustan las galletas". ¡Es un equilibrio perfecto entre
fuerza y dulzura!
Pero aquí me surge una pregunta: ¿no sería más fácil que los
hombres se vistieran con ropa masculina y las mujeres con ropa femenina?
¡Imagina un mundo donde todos llevamos uniformes! Los hombres con trajes de
superhéroe y las mujeres con vestidos de princesa. ¡Sería un desfile de
carnaval todos los días! Pero, claro, eso no cambiaría quiénes somos. La ropa
que usemos no define nuestro sexo ni nuestra personalidad. Al final del día,
todos estamos tratando de mostrar quiénes somos, ya sea a través de un atuendo
de gala o un pijama de unicornio.
Así que, en lugar de preocuparnos por las etiquetas de la
moda, quizás deberíamos centrarnos en lo que realmente importa: ser auténticos.
Porque, al final, la verdadera diferencia no está en la ropa que llevamos, sino
en la personalidad que mostramos. Así que, ¡vístete como quieras! Ya sea que
elijas un traje de baño en invierno o un abrigo de piel en verano, lo
importante es que te sientas tú mismo. ¡Y si eso significa llevar un sombrero
de carnaval, que así sea!
Recuerda, la vida es un carnaval, y todos somos los protagonistas de nuestra propia pasarela. ¡Así que, a brillar, que la moda no tiene límites! Pero, por favor, si trabajas de profesor no te vistas de payaso porque los alumnos se reirán de ti. Y si eres médico, lleva ropa blanca para que se vea que estás limpio, y si lo haces de cocinero, evita la ropa negra, porque entonces te pueden confundir con el que limpia las chimeneas.
¡Celebremos la diversidad y la creatividad en cada elección que hacemos siempre
respetando el significado de tu atuendo cara a las necesidades de oficios y
carreras que practiques! -Un bombero no debe ir vestido de princesita, un policía
vestido de gánster, ni tampoco un soldado vestido de cura. Etc.
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