Canción. Título: Voces de menores africanos en Canarias
(Verso 1)
Con las olas y corrientes del Atlántico viajan desde África menores con susurros de esperanza. Casi seis mil sueños perdidos hay en Canarias, en tierras que no son su hogar.
Jóvenes que buscan abrigo en un mundo donde no encontrarán paz, porque la delincuencia los acecha a cada paso que dan.
El Gobierno canario intenta repartirlos entre una y otra comunidad, pero con ello el problema no desaparecerá.
(Estribillo)
Oh, Canarias, escucha el clamor de aquellos que han llegado y que no podemos cuidar. No son solo números fríos, son vidas que quieren renacer aquí o allá. Mejor es darles la libertad de volver a sus hogares, donde hallen felicidad.
Repatriar, darles su hogar, donde el amor les espera al final. No más tutelas, no más soledad; dejemos que vuelvan a amar, cada uno en su hogar y en su tierra natal.
(Verso 2)
En el presente, las islas son refugio y hogar para cada uno que ha venido buscando un lugar, pero el costo es un peso a cargar.
Las otras autonomías miran sin solidaridad, y el problema no se va.
No es solo cuestión de repartir; es un grito que hay que escuchar y remediar, enviando a cada uno y una a su lar, donde puedan recibir abrazos de fraternidad.
(Estribillo)
Oh, Canarias, escucha el clamor de aquellos que anhelan volver a su tierra natal. No son solo números fríos, son vidas que quieren renacer.
Repatriar, darles su hogar, donde el amor les espera al final. No más tutelas, no más soledad; dejemos que vuelvan a amar, allá en su hogar de nacionalidad.
(Puente)
Sus familias esperan en la distancia un abrazo que cure la herida de la lejanía. No más raptos de menores, no más sufrimiento; es tiempo de darles su libertad para que cada uno vuelva a su hogar.
Que el viento lleve nuestro mensaje, que el mar lo escuche en su andar, que cada joven tenga su historia y un lugar donde pueda soñar.
(Estribillo)
Oh, Canarias, escucha el clamor de aquellos que anhelan volver. No son solo números fríos, son vidas que quieren renacer.
Repatriar, darles su hogar, donde el amor les espera al final. No más tutelas, no más soledad; dejemos que vuelvan a amar.
(Final)
Así que unámonos en esta lucha por un futuro que brille en su andar. Canarias, tierra de esperanza, juntos podemos cambiar su destino y alejar de nosotros ese mal que no arregla la soledad de cada menor que nos llega desde altamar.
El remedio es repatriar, darles su hogar, donde el amor les espera al final. No más tutelas, no más soledad; dejemos que vuelvan a amar, cada uno en su tierra natal, que es donde deben estar, con sus familias que no dejan de llorar por cada uno en su ausencia, más allá de su mar.
Por favor ver vídeo de canción titulada: Corrupción en altamar.
https://www.youtube.com/watch?v=qeOcyCWHceU
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