Picnics en los parques y ucis saturadas en los hospitales. Esas eran ayer las contradictorias imágenes en París y en otras ciudades de Francia, que disfruta estos días de temperaturas casi veraniegas. En esta situación, el presidente Emmanuel Macron soporta fuertes presiones de los médicos y de una parte de la opinión pública para adoptar medidas mucho más drásticas que frenen la pandemia de la covid. “¿A qué espera?”, se preguntaba en portada el diario Libération , junto a una foto de Macron, sentado en una silla, con los brazos cruzados y mascarilla. En el subtítulo advertía que la región parisina se halla “al borde de la catástrofe”.
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