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miércoles, 17 de diciembre de 2025

En las próximas elecciones, el partido político Coalición Canaria no merece nuestro voto

 


En las próximas elecciones, el partido político Coalición Canaria no merece nuestro voto

Por Bruno Perera.

Votar o no votar, esa es la cuestión. “To vote or not to vote, that is the question.”

En democracia, votar no es un acto de fe, sino de evaluación. Los ciudadanos no estamos obligados a premiar a ningún partido por tradición, por costumbre o por miedo al cambio. Se vota en función de resultados. Y si analizamos con honestidad la gestión de Coalición Canaria en los asuntos que más afectan a la vida diaria de los canarios, la conclusión es clara: no ha cumplido con su responsabilidad de gobierno.

Uno de los fracasos más evidentes ha sido la gestión de la inmigración ilegal. Canarias se ha convertido en una frontera desbordada, con llegadas constantes, planificación insuficiente, recursos descontrolados y ausencia de una política clara que proteja a la población local. Coalición Canaria ha demostrado incapacidad para exigir al Estado español y a la Unión Europea soluciones reales, más allá de discursos vacíos, fotos institucionales y propaganda política.

A este problema se suma la carestía de la cesta de la compra, que asfixia especialmente a pensionistas, trabajadores precarios y familias con ingresos bajos. Mientras los precios suben sin freno, el Gobierno canario ha sido incapaz de implementar medidas eficaces que amortigüen el golpe. Ni control de precios, ni apoyo suficiente a la producción local, ni una fiscalidad verdaderamente pensada para el ciudadano de a pie.

La falta de vivienda social es otro fracaso estructural. Miles de jóvenes no pueden emanciparse, familias viven al límite y los alquileres alcanzan cifras inasumibles. Coalición Canaria ha gobernado durante décadas y no puede seguir escudándose en herencias ajenas. La realidad es que no se ha construido vivienda pública en la cantidad necesaria ni se ha protegido adecuadamente el derecho a la vivienda frente a la especulación.

En Sanidad, las listas de espera siguen siendo una vergüenza. Consultas, pruebas diagnósticas y operaciones se retrasan durante meses, e incluso años. El resultado es una sanidad pública tensionada y una ciudadanía que, quien puede, se ve empujada a la privada y quien no puede, simplemente espera y sufre.

Tampoco se ha abordado con seriedad el problema de las viviendas vacacionales, que expulsan a residentes de sus barrios y encarecen aún más el alquiler. La regulación ha sido tardía, confusa y claramente insuficiente. Mientras tanto, el fenómeno de la okupación sigue sin una respuesta clara que equilibre derechos y deberes, generando inseguridad jurídica y social.

En Educación y servicios sociales, la saturación es evidente: aulas masificadas, falta de recursos humanos, orientadores insuficientes y centros que no dan abasto ante una realidad social cada vez más compleja. Otra vez, improvisación en lugar de planificación.

Pero quizá uno de los aspectos más graves es el silencio político ante el papel de determinadas oenegés vinculadas a la gestión de la inmigración. Es legítimo y necesario preguntar qué ocurre cuando algunas organizaciones dejan de ser meramente humanitarias y pasan a gestionar millones de euros sin la debida transparencia. No se puede mirar hacia otro lado cuando existen indicios y denuncias que deberían investigarse sobre mala gestión, posibles enriquecimientos indebidos o redes clientelares alrededor del drama migratorio. Pedir auditorías y controles no es criminalizar la ayuda humanitaria: es protegerla.

Coalición Canaria ha gobernado demasiado tiempo como para seguir prometiendo lo que no ha sabido hacer. Canarias no necesita más excusas; necesita gestión, valentía política y respeto al ciudadano. Votar es una herramienta de responsabilidad colectiva, y en las próximas elecciones muchos canarios deberían preguntarse si merece seguir premiándose una gestión que ha demostrado ser insuficiente.

El voto no es un cheque en blanco. Y cuando un partido no cumple, la democracia ofrece una solución muy clara: no renovarle la confianza.

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Fuentes orientativas

1. Inmigración

·        Datos de llegadas: Ministerio del Interior, Frontex.

·        Informes sobre saturación de recursos: Gobierno de Canarias, Defensor del Pueblo.

·        Financiación de oenegés: Portal de Transparencia, Tribunal de Cuentas.

2. Cesta de la compra

·        IPC en Canarias: INE.

·        Informes de asociaciones de consumidores: OCU, FACUA.

·        Comparativas salariales y pensiones: Seguridad Social, ISTAC.

3. Vivienda

·        Vivienda pública construida por legislaturas: Gobierno de Canarias.

·        Precios de alquiler: Idealista, Fotocasa, ISTAC.

·        Informes del Banco de España sobre vivienda.

4. Sanidad

·        Listas de espera: Servicio Canario de Salud.

·        Informes de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública.

5. Educación y servicios sociales

·        Ratios alumno-profesor: Consejería de Educación.

·        Informes sindicales y del Consejo Escolar de Canarias.

 

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