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lunes, 15 de diciembre de 2025

La lucidez terminal en mayores: entre ciencia, mente y filosofía

 


La lucidez terminal en mayores: entre ciencia, mente y filosofía

Por Bruno Perera.

En la vida, pocas experiencias nos confrontan con tanta fuerza a nuestra propia mortalidad como la vejez y las enfermedades degenerativas. Recientemente, un programa de televisión relataba un fenómeno observado en personas mayores con enfermedades seniles: horas o días antes de morir, algunos recuperan temporalmente la memoria y la lucidez, para luego fallecer poco después. Este fenómeno, conocido en la medicina como “lucidez terminal”, ha despertado interés tanto en científicos como en filósofos de la mente.

La perspectiva poética: la mente que se protege

Una interpretación humana y poética de este fenómeno sugiere que la enfermedad senil no es solo un deterioro inevitable, sino también una especie de mecanismo protector del cerebro frente al miedo a la muerte. Cuando una persona alcanza una edad avanzada, el temor inconsciente a su fin podría contribuir a que su mente “olvide” aspectos de la realidad, como si el cerebro generara su propia defensa: enfermar de manera senil para no pensar en la muerte.

Siguiendo esta visión, la lucidez final sería una reconciliación consciente con la vida, un instante en el que el cerebro, ya sin miedo, se permite recuperar la memoria, reflexionar y agradecer la existencia que se aproxima a su conclusión. Desde esta óptica, la muerte deja de ser un motivo de ansiedad para convertirse en un acto de aceptación y gratitud.

La ciencia detrás de la lucidez terminal

Desde un punto de vista médico, la lucidez terminal ha sido documentada, aunque sus causas exactas permanecen en debate. Algunas hipótesis incluyen:

1.    Cambios neuroquímicos: Al acercarse la muerte, ciertas sustancias en el cerebro pueden fluctuar, reduciendo inflamación o modulando neurotransmisores de manera que las funciones cognitivas se activan temporalmente.

2.    Activación de áreas cerebrales preservadas: Incluso en personas con deterioro avanzado, algunas regiones del cerebro permanecen relativamente intactas y pueden activarse brevemente.

3.    Reducción del estrés metabólico: La disminución de la actividad fisiológica puede liberar recursos cognitivos que permiten momentos de claridad.

Aunque la ciencia no respalda la idea de un “cerebro que decide olvidar para no temer la muerte”, sí confirma que la lucidez terminal es un fenómeno real y sorprendente, que muestra que la mente humana puede reaccionar de formas inesperadas incluso al borde de la vida.

Conciencia, tiempo y percepción al final de la vida

Más allá de la biología, el fenómeno nos invita a reflexionar sobre la conciencia y la percepción del tiempo. Algunos estudios sugieren que la mente en los últimos días puede reorganizar recuerdos y emociones, permitiendo una especie de síntesis de la vida vivida. Esto conecta directamente con la interpretación poética: la recuperación de memoria no solo es un hecho biológico, sino también un momento de resolución existencial, de integración emocional y de gratitud.

Reflexión final

La lucidez terminal nos recuerda que la mente humana es tanto un órgano biológico como un reflejo de nuestras emociones, temores y experiencias. Mientras la ciencia intenta comprender los mecanismos que permiten esta recuperación temporal de la memoria, la interpretación poética nos invita a mirar la muerte no como un final aterrador, sino como un proceso natural en el que el cerebro, finalmente liberado del miedo, puede reconciliarse con la vida que ha sido.

En este cruce entre ciencia, psicología y filosofía, la lucidez terminal se convierte en un símbolo de aceptación, protección y gratitud, un instante en que la mente y el alma se alinean para despedirse de la vida con claridad y serenidad.

 

 

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