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viernes, 21 de noviembre de 2025

Si borramos a Franco de la memoria española, borremos también las casas, carreteras y obras sociales que construyó

 


Si borramos a Franco de la memoria española, borremos también las casas, carreteras y obras sociales que construyó

Por Bruno Perera.

Entre lo bueno y lo malo que hizo el Caudillo dictador Francisco Paulino Hermenegildo Teódulo Franco Bahamonde, durante sus 40 años de mandato en España, la obsesión contemporánea por borrar todo lo que huela a dictadura franquista ha llegado a niveles casi caricaturescos. Se cambian nombres de calles, se retiran placas, se derriban monumentos y se reescriben episodios completos de la historia como si fuesen un borrador escolar. Pero, si de verdad nos lo vamos a tomar tan en serio, entonces vayamos hasta el final:
si debemos borrar la historia de Franco, entonces borremos también todas las viviendas, los pantanos, las carreteras, los hospitales, las escuelas y los cientos de miles de obras sociales que se construyeron durante su régimen.

Porque lo coherente sería aplicar la misma regla a todo lo que tocó ese periodo. Y aquí es donde aparece la ironía suprema:
si destruyéramos todo lo que Franco dejó construido, Canarias, España entera y medio país quedarían convertidos en un descampado desolado.

Las viviendas sociales: ¿derribamos cientos de barrios enteros?

Durante el franquismo se construyeron miles de viviendas protegidas y barrios obreros completos.
En Canarias hay miles de ellas en barriadas que aún hoy siguen siendo hogar de familias trabajadoras. Si queremos “borrar a Franco”, entonces podríamos dinamitar todos esos bloques y dejar a miles de ciudadanos en la calle.
¿O es que para eso ya no hay valentía?

Las carreteras, autopistas y puentes: ¿las arrancamos del mapa?

Gran parte de la red viaria española —incluidas muchas vías de acceso en las islas— se consolidó o nació en la etapa franquista.
Si borrar es tan importante, habrá que cerrar carreteras, desmontar puentes y desandar 70 años de obra pública.
España quedaría paralizada.
¿Eso es progresismo o simplemente estupidez histórica?

Los pantanos: ¿los vaciamos y dejamos al país sin agua?

Franco construyó más de un centenar de presas y embalses. Fueron polémicos, sí, pero sin ellos gran parte del país sufriría sequías permanentes.
¿Hay que volarlos por ser “de época franquista”?
Entonces que los que defienden borrar la historia se preparen para ducharse con un vasito de agua cada tres días.

Hospitales, centros de salud y escuelas: ¿cerramos también?

Miles de edificios públicos levantados en esa época siguen funcionando.
Si eliminamos los símbolos pero mantenemos los edificios, ¿qué sentido tiene?
O lo borramos todo o aceptamos que la historia es la que es, nos guste o no.

¿Qué se conseguiría realmente?

Muy simple: nada útil.

1.    No se arregla ni un solo problema actual.
Ni la pobreza, ni la inmigración descontrolada, ni los sueldos de miseria, ni la corrupción.
Solo se entretiene al pueblo con gestos simbólicos.

2.    Se divide aún más a la sociedad.
Metidos en debates del pasado, mientras el presente se cae a pedazos.

3.    Se fomenta una amnesia peligrosa.
Un país que borra su historia —buena, mala o regular— está condenado a repetirla.

Se ocultan las responsabilidades actuales.
Porque borrar una placa es más fácil que gestionar bien un gobierno.

Conclusión

4.    La historia no se borra. Se estudia.
Y si se decide destruir símbolos por pura ideología, entonces la coherencia exige derribarlo todo… incluso lo que todavía mantiene en pie barrios, infraestructuras y servicios esenciales.

Pero claro, eso sería demasiado real, demasiado incómodo y demasiado caro.
Por eso lo único que derriban son estatuas y placas.
Lo demás —las casas donde vive la gente, el agua que bebemos, las carreteras que usamos— mejor no tocarlas, no vaya a ser que descubran que vivir sin “lo que hizo Franco” es imposible.

Datos y referencias

  • Entre 1940 y 1975 se construyeron en España más de 4 millones de viviendas protegidas, muchas aún en uso.
  • La red de pantanos del franquismo supone más del 50% del total de embalses actuales del país.
  • Gran parte de la red de carreteras nacionales y comarcales se consolidó en los años 50–70.
  • Numerosos hospitales públicos, colegios y edificios administrativos actualmente en funcionamiento se levantaron entre 1950 y 1975.
  • Referencias útiles:
    • Ministerio de Vivienda (datos históricos de vivienda protegida).
    • Ministerio de Transición Ecológica (registro de embalses).
    • Instituto Geográfico Nacional (historia de infraestructuras).
    • Biblioteca Nacional de España (hemeroteca histórica).

 

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