¿Cambio climático natural o provocado? Una mirada desde la historia
geológica
Por Bruno
Perera.
Según algunos científicos,
durante los últimos 11.700 años, la Tierra ha experimentado un proceso de
descongelación progresiva que marcó el fin de la última gran glaciación. En ese
entonces, los hielos llegaban hasta los Montes Pirineos, y desde entonces, el
planeta ha ido calentándose de forma natural. Pero hoy, en pleno siglo XXI, nos
enfrentamos a un calentamiento global acelerado. ¿Cómo se explica esto? ¿No se
derritieron los glaciares sin contaminación ni daño a la capa de ozono? ¿Y qué
papel juegan los continentes en todo esto?
Hace unos
11.700 años comenzó el Holoceno, una era interglaciar más cálida y estable.
Este cambio climático fue impulsado por factores astronómicos conocidos como
los ciclos de Milankovitch, que incluyen:
1.Variaciones
en la órbita terrestre (excentricidad)
2.Cambios en
la inclinación del eje terrestre
3.Precesión
(el bamboleo del eje)
Estos ciclos
afectan la cantidad de radiación solar que llega a la Tierra, provocando
alternancia entre eras glaciales y cálidas. El derretimiento de los glaciares
tras la última glaciación fue lento y natural, sin intervención humana ni
contaminación atmosférica.
Desde hace
unos 150 años, el planeta se ha calentado a un ritmo sin precedentes.
Esta aceleración coincide con la Revolución Industrial y el uso masivo de
combustibles fósiles. A diferencia del calentamiento natural post-glaciación,
el actual está impulsado por:
1.Emisiones de
gases de efecto invernadero (CO₂, metano, óxidos de nitrógeno)
2.Deforestación
y pérdida de sumideros de carbono
3.Actividades
industriales y urbanas
Estudios
científicos demuestran que el calentamiento actual es 10 veces más rápido
que el que siguió a la última glaciación. Es decir, no estamos en un ciclo
natural, sino en una alteración provocada por la actividad humana.
Y yo Bruno
Perera digo: los continentes siguen disgregándose, y este movimiento podría
estar afectando la órbita terrestre, su eje, rotación y traslación. Aunque el
movimiento de las placas tectónicas no modifica directamente la órbita,
sí puede influir en:
1.La distribución
de masas del planeta, alterando ligeramente el eje de rotación
2.La circulación
oceánica y atmosférica, que regula el clima global
3.La formación
de glaciares y desiertos, según la posición continental
Por ejemplo,
cuando América del Norte se unió a América del Sur, se cerró el paso entre el
Pacífico y el Atlántico, cambiando las corrientes marinas y afectando el clima
global. Estos procesos son lentos, pero tienen efectos acumulativos a escala
geológica.
La capa de
ozono protege contra la radiación ultravioleta, pero no regula la
temperatura global. Su deterioro, causado por compuestos como los CFC, es
un problema ambiental distinto. El derretimiento de los hielos antiguos ocurrió
sin afectar la capa de ozono porque fue un proceso natural, no impulsado por
contaminantes.
La historia
del clima terrestre es una danza entre fuerzas astronómicas, geológicas y
biológicas. El movimiento de los continentes, los ciclos orbitales y la
evolución de la atmósfera han moldeado nuestro planeta durante millones de
años. Pero el calentamiento actual es distinto: es rápido, intenso y
provocado por nosotros.
Curiosamente,
algunos estudios sugieren que, sin la intervención humana, la Tierra estaría
entrando en una nueva glaciación. Es decir, hemos interrumpido un ciclo natural
que debía comenzar hace miles de años.
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