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martes, 4 de febrero de 2025

Datos sobre los satélites artificiales habidos en órbita terrestre

 


Datos sobre los satélites artificiales habidos en órbita terrestre

Por Bruno Perera. 

Nota: Este artículo fue creado con la ayuda de TalkIA.

Hasta octubre de 2023, se estima que hay más de 10.000 satélites artificiales, tanto activos como inactivos, en órbita terrestre. Sin embargo, el número exacto puede variar debido a lanzamientos recientes y a la desactivación de satélites antiguos.

En cuanto a la clasificación de estos satélites, es difícil proporcionar cifras precisas sobre cuántos están dedicados a temas científicos y cuántos a espionaje o fines militares, ya que muchos de estos datos son confidenciales o no se divulgan públicamente. Sin embargo, se puede hacer una estimación general:

1. Satélites científicos: Estos incluyen satélites para la observación de la Tierra, la investigación atmosférica, la astronomía y otros fines científicos. Se estima que hay varios cientos de estos satélites en operación.

2. Satélites de espionaje y militares: Muchos países tienen satélites dedicados a la vigilancia, la recopilación de inteligencia y otros fines militares. Aunque el número exacto es difícil de determinar, se sabe que hay decenas a cientos de satélites en esta categoría.

¿Qué es lo que mantiene a un satélite artificial en órbita? 

Los satélites artificiales se mantienen en órbita gracias a un equilibrio entre la fuerza de gravedad y la velocidad a la que se mueven. Cuando un satélite es lanzado al espacio, se le proporciona una velocidad horizontal suficiente para que, al caer hacia la Tierra debido a la gravedad, su trayectoria curve hacia el planeta de tal manera que nunca llegue a tocarlo. Este fenómeno se conoce como "caída libre" o "órbita".

La gravedad de la Tierra tira del satélite hacia su centro, mientras que la inercia del satélite, debido a su velocidad, lo hace seguir una trayectoria curva. Si la velocidad es la adecuada, el satélite seguirá orbitando la Tierra en lugar de caer hacia ella o alejarse al espacio.

Además, la altitud de la órbita también juega un papel importante. A mayor altitud, la gravedad es un poco más débil, lo que permite que los satélites se mantengan en órbita con velocidades menores. Sin embargo, todos los satélites deben alcanzar una velocidad mínima, conocida como velocidad orbital, para permanecer en su trayectoria.

¿Pueden los satélites artificiales girar alrededor del mundo a través de cualquier rumbo, o solo giran alrededor del ecuador? 

Los satélites artificiales pueden orbitar la Tierra en diferentes tipos de órbitas, no solo alrededor del ecuador. Las órbitas de los satélites se clasifican principalmente en función de su inclinación y altitud. Aquí hay algunos tipos de órbitas:

1. Órbitas ecuatoriales: Estas órbitas están alineadas con el ecuador de la Tierra. Los satélites en estas órbitas tienen una inclinación de 0 grados y suelen ser satélites geoestacionarios, lo que significa que orbitan a aproximadamente 35.786 kilómetros de altitud y parecen estar fijos sobre un punto en la superficie.

2. Órbitas polares: Los satélites en órbitas polares pasan sobre los polos norte y sur de la Tierra. Estas órbitas tienen una inclinación de aproximadamente 90 grados y permiten que el satélite cubra toda la superficie terrestre a medida que la Tierra gira debajo de él. Son comunes para satélites de observación de la Tierra.

3. Órbitas inclinadas: Los satélites pueden tener órbitas con inclinaciones que varían entre 0 y 90 grados. Estas órbitas permiten que el satélite cubra áreas específicas de la Tierra y son utilizadas en diversas aplicaciones, como comunicaciones y meteorología.

4. Órbitas circulares y elípticas: La mayoría de los satélites tienen órbitas circulares, aunque algunos tienen órbitas elípticas, lo que significa que su distancia a la Tierra varía a lo largo de su trayectoria. Esto puede ser útil para ciertas misiones científicas o de observación.

¿Cuándo pierde su órbita un satélite artificial? ¿Y cuánto tiempo aguanta un satélite artificial en la órbita?

Un satélite artificial puede perder su órbita por varias razones, principalmente debido a la resistencia atmosférica, la gravedad de la Tierra y otros factores como la presión de radiación solar y las perturbaciones gravitacionales de otros cuerpos celestes. A medida que un satélite se encuentra en órbita, experimenta una ligera fricción con la atmósfera, lo que puede hacer que su altitud disminuya con el tiempo. Este fenómeno es más pronunciado en satélites en órbitas bajas, donde la atmósfera es más densa.

La duración de la vida útil de un satélite en órbita varía considerablemente según su diseño, altitud y propósito. Algunos satélites pueden operar durante varios años, mientras que otros, especialmente aquellos en órbitas bajas, pueden perder su órbita en cuestión de meses o años. Por ejemplo:

1. Satélites en órbita baja (LEO): Estos satélites, que orbitan a altitudes de aproximadamente 200 a 2.000 kilómetros, pueden reentrar en la atmósfera y perder su órbita en un período que varía de unos pocos meses a varios años, dependiendo de su altitud y la densidad de la atmósfera.

2. Satélites en órbita media (MEO): Estos satélites, que suelen estar en altitudes de 2.000 a 35.786 kilómetros, pueden permanecer en órbita durante décadas, ya que la resistencia atmosférica es mucho menor.

3. Satélites en órbita geoestacionaria (GEO): Estos satélites, que orbitan a aproximadamente 35.786 kilómetros sobre el ecuador, pueden permanecer en órbita durante 15 años o más, siempre que se mantengan en su posición mediante el uso de propulsores.

En resumen, la duración de la vida útil de un satélite en órbita depende de su altitud, diseño y el uso de combustible para mantener su posición. Sin embargo, todos los satélites eventualmente perderán su órbita debido a la gravedad y otros factores, aunque el tiempo que tardan en hacerlo puede variar ampliamente. También, la duración de vida de un satélite puede variar porque muchos están diseñados para ser reemplazados o desorbitados para evitar desechos espaciales.

¿De dónde toma Google Earth la información para crear sus mapas? 

Google Earth obtiene imágenes de diversas fuentes, incluidos satélites de diferentes organizaciones y empresas, así como desde aviones y barcos. Muchos de los satélites que proporcionan imágenes para Google Earth operan en órbitas bajas de la Tierra, generalmente a altitudes de aproximadamente 600 a 800 kilómetros.

Estos satélites pueden tener diferentes tipos de órbitas, como órbitas polares o geosincrónicas. Las órbitas polares permiten a los satélites pasar sobre los polos y cubrir toda la superficie de la Tierra a medida que el planeta gira, mientras que las órbitas geosincrónicas permiten que un satélite permanezca sobre un punto fijo en el ecuador.

En cuanto al rumbo, los satélites en órbita polar se desplazan de norte a sur, mientras que los satélites en órbita geosincrónica se mueven en la misma dirección que la rotación de la Tierra, es decir, de oeste a este.

En resumen, Google Earth utiliza imágenes de satélites que pueden estar en diferentes tipos de órbitas, y el rumbo de estos satélites varía según su tipo de órbita.

Y final. ¿Qué le ocurre a un satélite artificial cuando pierde totalmente su órbita?

Cuando un satélite artificial pierde totalmente su órbita, generalmente se produce una serie de eventos que pueden llevar a su desintegración o caída a la atmósfera terrestre. Aquí hay un resumen de lo que puede ocurrir:

1. Desorbitación: Si un satélite pierde su órbita, puede comenzar a descender hacia la Tierra. Esto puede suceder por varias razones, como la falta de combustible para mantener su posición, la fricción con la atmósfera (en el caso de satélites en órbitas bajas), o un fallo en sus sistemas de control.

2. Reentrada a la atmósfera: A medida que el satélite desciende, encontrará una mayor densidad de aire, lo que provocará que se caliente debido a la fricción. Esto puede llevar a que el satélite se desintegre parcialmente o completamente durante la reentrada.

3. Impacto en la superficie: Si el satélite no se desintegra por completo, los restos pueden caer a la superficie de la Tierra. Sin embargo, la mayoría de los satélites están diseñados para desintegrarse en la atmósfera, y los fragmentos que llegan a la superficie suelen ser pequeños y dispersos.

4. Riesgos de colisión: Si un satélite pierde su órbita y se convierte en un objeto descontrolado, puede representar un riesgo de colisión con otros satélites o con la Estación Espacial Internacional (EEI). Esto ha llevado a la implementación de medidas de seguimiento y gestión de desechos espaciales.

5. Desechos espaciales: Un satélite que pierde su órbita y se convierte en un objeto inactivo puede contribuir al problema de los desechos espaciales, que es una preocupación creciente en la comunidad espacial.

En resumen, la pérdida total de la órbita de un satélite puede resultar en su reentrada a la atmósfera, desintegración y, en algunos casos, la caída de fragmentos a la Tierra, aunque la mayoría de los satélites están diseñados para minimizar estos riesgos.

Y como pensarán en ello, digo: Llegará un día en que NACIONES UNIDAS, por seguridad en la falta de espacio, no permitirá la puesta en órbita de nuevos satélites artificiales, salvo que sean para reemplazar algunos que estén inactivos.

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