Las bombas nucleares ayudan a mantener una Paz Mundial tensa
Por Bruno Perera
Desde tiempos inmemoriales, la humanidad ha estado marcada
por conflictos. Hace aproximadamente 2.5 millones de años, nuestros ancestros,
los homínidos, ya se enfrentaban entre sí utilizando armas y herramientas
rudimentarias hechas de palos y piedras.
A medida que los homínidos evolucionaron y se convirtieron en
seres humanos, las guerras se volvieron más complejas, crueles y destructivas,
impulsadas por la ambición, la codicia y la lucha por el poder.
A lo largo de la historia, hemos sido testigos de innumerables
guerras, cada una con su propio trasfondo de avaricia, religión y
territorialidad.
Desde las guerras tribales, entre ellas las de Oriente Medio,
asiáticas, griegas, romanas, europeas, americanas y africanas, cada
enfrentamiento ha dejado una huella imborrable en la humanidad de pobreza y
miseria.
Las guerras, en su esencia, han sido medios para despojar a
otros de lo que les pertenece, y el costo humano ha sido devastador.
Los holocaustos y las atrocidades han sido el resultado de
estas luchas, y a medida que las naciones han aprendido de sus errores, también
han desarrollado armas cada vez más sofisticadas y mortales para acabar y/o
someter a las naciones que creen que son sus enemigas.
En la actualidad, el mundo sigue enfrentando conflictos,
muchos de ellos llamados guerras convencionales. Sin embargo, desde 1945,
cuando Estados Unidos lanzó dos bombas nucleares, una sobre Hiroshima y otra
sobre Nagasaki, hemos vivido en un delicado equilibrio mundial. Ese acto,
aunque devastador, puso fin a la guerra entre Estados Unidos y Japón, pero
también marcó el inicio de una era en la que la amenaza nuclear se convirtió en
un factor disuasorio de guerra global.
Hoy en día, el conflicto entre Rusia y Ucrania es un
recordatorio de esta complejidad; y a pesar de que Rusia y otras naciones poseen
arsenales nucleares con casi 11.500 bombas, la posibilidad de utilizar estas
armas se ha mantenido en la sombra. La razón es clara: el uso de armas
nucleares podría desatar una guerra de proporciones catastróficas, involucrando
a otras potencias como Estados Unidos, Francia, Reino Unido, China, Pakistán,
India, Israel y Corea del Norte.
En este sentido, la mera existencia de armas nucleares ha
creado un estado de temor que, irónicamente, podría estar funcionando como un
freno a una guerra mundial nuclear.
Nota. Hasta octubre de 2023, se estima que existen
aproximadamente 13.560 armas nucleares en todo el mundo, distribuidas entre
varias naciones. Las principales potencias nucleares incluyen:
1. Rusia: Aproximadamente 6.375 armas nucleares.
2. Estados Unidos: Aproximadamente 5.800 armas nucleares.
3. China: Aproximadamente 410 armas nucleares.
4. Francia: Aproximadamente 290 armas nucleares.
5. Reino Unido: Aproximadamente 225 armas nucleares.
6. Pakistán: Aproximadamente 180 armas nucleares.
7. India: Aproximadamente 160 armas nucleares.
8. Israel: Se estima que posee entre 80 y 90 armas nucleares, aunque no lo confirma oficialmente.
9. Corea del Norte: entre 40 y 50 armas nucleares. Aunque la
cifra exacta es incierta.
Total: Existen 13.560 bombas nucleares entre todas las naciones de la lista aquí expuesta. Datos tomados de la TalIA.
Es importante tener en cuenta que estas cifras son
estimaciones y pueden variar con el tiempo debido al desarme, nuevas pruebas
nucleares o cambios en las políticas de defensa. Además, hay otros países que
han renunciado a sus programas nucleares o que no poseen armas nucleares, pero
que tienen la capacidad técnica para desarrollarlas, como por ejemplo Alemania, España, Canadá, Australia y otras tantas naciones europeas exsoviéticas.
En todo esto, la paradoja es evidente: las bombas nucleares,
en lugar de ser solo instrumentos de destrucción, han contribuido de una forma débil
a la paz tensa mundial.
Este equilibrio del terror, donde las naciones que poseen
armas nucleares son conscientes de las consecuencias de su uso, ha mantenido a
raya conflictos a gran escala. La lógica detrás de esto es simple: Es el temor
a la destrucción mutua asegurada (MAD) que da lugar a un poderoso disuasivo.
Pero quizás, según siga mermando las materias primas, este
estado de semipaz no será sostenible a largo plazo en el contexto mundial.
La amenaza de una guerra nuclear sigue siendo una espada de
Damocles sobre la humanidad.
La comunidad internacional debe trabajar hacia un futuro en
el que la paz no dependa del miedo y la avaricia, sino de la cooperación y el
entendimiento mutuo.
La historia nos ha enseñado que la guerra nunca ha sido la
solución, y es hora de que aprendamos a resolver nuestras diferencias sin
recurrir a la violencia; aunque sería recomendable que, para mantener la paz
global, reduzcamos la población mundial porque, tarde o temprano, no habrá en el
globo terráqueo suficiente espacio para una superpoblación de humanos y animales, donde lleguen a decidir los humanos iniciar guerras para obtener espacio, materia y bienes de consumo.
Y en ello, África, Asia y Centro y Sur de América deben ser
las primeras naciones en comenzar a reducir los nacimientos a uno o dos niños/as
por pareja, manteniendo siempre a la población global en unas cifras que no
aumenten escandalosamente y sean peligrosas para iniciar guerras por falta de
recursos y espacio territorial para humanos y animales.
En definitiva, las bombas nucleares son un recordatorio de la
fragilidad de nuestra existencia, y aunque han contribuido a evitar una guerra
mundial, el costo de esta "paz" es demasiado alto.
La humanidad debe esforzarse por construir un mundo donde el
diálogo y la diplomacia prevalezcan sobre la amenaza de la destrucción. Solo
así podremos aspirar a un futuro en el que la paz sea una realidad, no una
ilusión mantenida por el temor.
Final. Por el bien del mundo, esperemos que los líderes mundiales no tomen a la humanidad como un negocio propio, y siempre tengan en
mente que a ellos y ellas el Cosmo-Poder no los eligió como únicos mesías salvadores del
mundo.
Por lo tanto, a ese tal Kilito y ese tal Chema Tante que siempre me han insultado en todos los comentarios que han hecho durante unos años; él y su novio Chema Tante, están borrados de la historia de esta página web para siempre. Les deseo que sean felices y menos diablos de Tasmania. Jajajajaja.
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