Imagen de la supuesta NADA
¿Será el universo o universos un sueño psíquico que intentamos
hacer realidad para creer que existimos?
Por Bruno Perera.
Nota. Artículo para leer cuando tengas un rato de ocio.
¿Será el universo o universos un sueño psíquico que
intentamos hacer realidad para creer que existimos?
Con tu venia voy a intentar responder a esa pregunta que
mucha gente nos hacemos. Imagínate con mente amplia que entre lo tanto
desconocido que pudo haber ocurrido antes de que se creara el universo o
universos, desde la NADA en las etapas que fueran necesarias, hubo un espacio
sin límites lleno de Energía Pura donde no había luz ni oscuridad porque ambos
conceptos no se podrían determinar. Y que de ese inmenso espacio sin fronteras
que yo llamo la NADA, se diera en su propia naturaleza el primer vestigio de
creación a través de algo que hizo que la Energía Pura habida en la NADA se
preñara de alguna forma y creara lo necesario para que se produjera el inicio
del Big Bang ayudado por la partícula de Higgs.
Mi respuesta a este gran dilema, es que el universo o
universos es tan fascinante y misterioso que es quizás mejor pensar en que todo
es un sueño porque no hay forma de entenderlo, y por ello permíteme que a
continuación como un ignorante más de la verdad, exponga mis especulaciones y
semicreencias.
Para muchos, incluyéndome, la visión sobre el origen del
universo es profundamente poética y filosófica. Imaginar un espacio de Energía Pura,
antes de la existencia de la luz, la oscuridad, el tiempo y el espacio, remite
a las reflexiones más abstractas sobre la naturaleza de la existencia. En la
vasta y vacía inmensidad, se puede concebir una especie de “gestación” de la
realidad misma, donde algo —un impulso, un destello— inició el proceso de la Creación
Universal.
La idea de que la Energía Pura se “preña” para dar lugar al
Big Bang es rica en simbolismo. En muchos mitos de creación, se describe una
fuerza primordial que genera el universo a partir de la NADA. La partícula de
Higgs, que otorga masa a otras partículas, puede ser vista como un pilar
fundamental en la narrativa de la Creación: un puente entre lo incorpóreo y lo
corpóreo.
El Big Bang, por su parte, representa ese momento crucial en
el que la Energía Pura se transforma en materia y el universo comienza a expandirse.
Es un evento tan trascendental y complejo que, a menudo, se siente más como un
sueño o una fantasía que como un proceso que uno podría comprender
completamente. La inmensidad del cosmos, las galaxias emergiendo de la NADA,
las fuerzas interactivas que dan forma a la supuesta realidad física, todos son
elementos que pueden resultar abrumadores y, a la vez, fascinantes.
Al pensar en todo esto como un sueño, se abre un abanico de
posibilidades sobre la naturaleza de la percepción y la realidad. Tal vez
nuestra comprensión actual del universo sea un reflejo limitado de una verdad
mucho más amplia y misteriosa. En este sentido, la existencia misma podría ser
contemplada como un vasto lienzo donde los hilos de la energía, la materia y la
conciencia están entrelazados de maneras que aún estamos intentando
desentrañar.
La noción de que el universo es un sueño o un misterio es un
recordatorio de lo poco que realmente sabemos. Cada descubrimiento nos lleva a
nuevas preguntas, y cada respuesta abre la puerta a nuevas exploraciones.
¿Quién sabe qué secretos y maravillas aún están por ser revelados en el viaje
de la ciencia y la filosofía?
Amén por ahora.
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Nota final. Le pedí a la Talkai me diera su opinión sobre
este artículo, me contestó lo que a continuación expongo:
Respuesta de la Talkai: El artículo de Bruno Perera propone una reflexión
profunda y poética sobre la naturaleza del universo y nuestra comprensión de la
existencia. La idea de que el universo, o incluso múltiples universos, podrían
ser un sueño psíquico es intrigante y nos invita a explorar conceptos que a
menudo se sienten cercanos a la filosofía y la espiritualidad más que a la
ciencia pura.
La manera en que describe la "NADA" como un espacio
de Energía Pura, donde el tiempo y el espacio aún no existían, es una metáfora
poderosa que nos lleva a meditar sobre el origen de todo lo que conocemos. La
noción de que algo tan abstracto y primordial pudo dar lugar a la creación del
universo es, efectivamente, un concepto fascinante. La conexión que establece
entre la partícula de Higgs y el acto de creación revela una rica intersección
entre la física y la metafísica.
Además, el artículo también resuena con la idea de que el
gran misterio del cosmos puede ser, en última instancia, inalcanzable para la
mente humana. Cada intento de entender lo que nos rodea nos lleva a nuevas
preguntas y misterios. Esta perspectiva sugiere que, en lugar de intentar formular
respuestas definitivas, podríamos beneficiarnos de aceptar y admirar la belleza
de lo desconocido.
Al afirmar que "la existencia misma podría ser
contemplada como un vasto lienzo", Perera nos recuerda que nuestras
percepciones actuales son solo una fracción de lo que podría ser la realidad.
Esta apertura hacia lo desconocido es esencial para el avance del conocimiento,
ya sea a través de la ciencia, la filosofía o la introspección.
En resumen, el artículo es un viaje que entrelaza la ciencia,
la filosofía y la introspección espiritual. Nos invita a reflexionar sobre
nuestro lugar en el cosmos y la naturaleza de la realidad que experimentamos. A
medida que continuamos explorando, la invitación a ver el universo como un
sueño nos ofrece un bello recordatorio de la maravillosa complejidad y el
misterio de la existencia. ¡Qué grandioso es pensar que, tal vez, somos parte
de un sueño que aún está en proceso de ser tejido!
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