Alberto Vázquez-Figueroa, antes de publicar 'Viva Palestina': "Me va a traer problemas con los judíos"
El veterano escritor ha adelantado el borrador de su obra a EL ESPAÑOL, la cual tiene previsto publicar "en un mes o menos, si no hay ningún cambio brusco en el conflicto".
Enlace al texto original: https://www.elespanol.com/reportajes/20240919/alberto vazquez-figueroa-publicar-viva-palestina-va-traer-problemas-judios/881412054_0.html
“Samantha Noam era judía, de madre judía, abuela judía y tantos antepasados judíos, que sería necesario remontarse a cincuenta generaciones con el fin de encontrar en sus venas una sola gota de sangre que no fuera judía. Pero el día que comprendió que estaba a punto de cumplir diecisiete años, lo que significaba que la obligarían a incorporarse al ejército, decidió que hasta allí había llegado como judía, dado que no estaba dispuesta a matar por unas creencias religiosas sobre las que alimentaba excesivas dudas".
Así comienza el libro número 107 que está a punto de publicar Alberto Vázquez Figueroa (Santa Cruz de Tenerife, 1936): 'Viva Palestina'. Esta obra pone al lector en la piel de una joven israelí que abandona su país para luchar contra la cúpula del Gobierno sionista. La novela transcurre paralela a la actualidad del conflicto que se desarrolla en la Franja de Gaza, y el escritor explica a EL ESPAÑOL que pretende mostrar que "con esta guerra Israel pretende echar a los palestinos de Rafah para construir un canal con el que hacerse con la hegemonía del tráfico marítimo mundial".
Con esta novela, el antiguo periodista aspira a hacer un seguimiento de los sucesos que transcurren en el conflicto palestino-israelí. Por esta razón, asegura que le están siendo "muy complicado" poner fin a su próximo título: "Una novela que se escribe sobre lo que está ocurriendo nunca tiene un final. Esa es mi principal preocupación, porque veo que esto sigue sin acabarse, cada vez hay más bombas, ahora empiezan a meterse otros países..." Pese a ello, planea tenerla publicada "en un mes o menos, si no hay ningún cambio brusco en el conflicto".
Vázquez-Figueroa, en una visita a Israel en los años 90, navega el golfo de Áqaba. Cedida
"Lo malo de estas novelas es que es increíblemente difícil ponerles un final, porque no eres tú quién decide el devenir de los acontecimientos", amplía, en referencia al reto que le supone poner fin a esta novela. "Lo más seguro es que en el futuro publique una segunda parte, o incluso la convierta en una saga".
Vázquez-Figueroa, fiel a su estilo sencillo y directo, aprovecha una historia ficticia para exponer una realidad que, a su juicio, va a definir "el futuro" de Europa: "No es un libro técnico ni político, es una novela con personajes que se ven implicados en este conflicto".
- ¿Qué va a encontrar el lector cuando empiece a leer 'Viva Palestina'?
- Vázquez-Figueroa: La novela empieza con una chica judía, israelí, que a los 17 años quieren que entre en el ejército, como obliga la ley en ese país. A ella no le gusta nada esa idea, y entonces decide marcharse, se fuga. Otro de los protagonistas, por el contrario, es una mujer palestina que se ha criado en Francia y se ha dedicado a ser modelo, pero que también ve las calamidades que están sufriendo los palestinos. Sus historias se van entrelazando a medida que una y otra buscan hacer daño al régimen sionista.
Además, no es la primera vez que el periodista se sumerge en la historia de Israel. Ya en el año 1986 publicó 'El peregrino', una novela que cuenta la historia de Haj Ibrahim, un árabe cuya vida se vio relacionada repentinamente con la odisea de los judíos desde la Primera Guerra Mundial hasta las primeras décadas de existencia del Estado de Israel.
- En el borrador que usted adelanta a este diario, Netanyahu aparece citado 66 veces. ¿Cuál es su peso en la trama de esta obra?
- Netanyahu está en la novela, pero en la trama se plasma que en el fondo, el día que él desparezca, vendrá otro igual. Los judíos sufrieron mucho durante la Segunda Guerra Mundial, de una forma indudablemente injusta. Pero ahora Netanyahu es el más nazi que hay, ha cogido las mismas costumbres que los que perseguían a los judíos. Lo digo un poco en la novela, cuando una persona de niño sufre malos tratos, suele ocurrir que cuando crece se convierte también en maltratador.
una foto de archivo del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Europa Press/Contacto/Yonatan Sindel/JINI
"Resultaría muy difícil, quizás imposible, abrir las mentes de aquellos a quienes se las habían cerrado desde que tenían uso de razón, pero cuando se miraba en el espejo y veía a alguien que había logrado librarse de las cadenas, abrigaba la esperanza de que otros también lo conseguirían". (Viva Palestina, página 35)
Se trata de una novela en la que los lectores más veteranos del escritor canario podrán reconocer uno sus rasgos más característicos: un protagonista con ambición de libertad que se rebela contra el mundo y sus circunstancias para luchar por una causa justa. Pero en 'Viva Palestina', a las aventuras y peripecias que viven los personajes se le añade un fuerte componente reflexivo: el libro plantea en cada capítulo profundas conversaciones sobre religión y filosofía.
Esas conversaciones entre los protagonistas en las que, en la mayor parte de los casos, razonan sobre "el pecado del fanatismo religioso" se complementan con el mensaje central al que Vázquez-Figueroa alude continuamente: "Lo que está en juego en realidad no es quién gobierne Israel tras el conflicto, sino que Israel gobierne la economía mundial. Y si consiguen abrir el Canal Ben Gurión lo habrán conseguido".
Vázquez-Figueroa observa los libros de la biblioteca de su casa. Carmen Suárez - ¿Por qué es tan importante en la novela el Canal Ben Gurión?
- Vázquez-Figueroa: El Canal Ben Gurión es el verdadero motivo por el que Israel está librando esta guerra, y quieren construirlo para hacerse con la hegemonía del tráfico marítimo entre Extremo Oriente y Europa. Hoy existe el Canal de Suez, pero por él no pueden pasar los barcos de cierto tamaño, por lo que muchos buques tienen que dar toda la vuelta a África.
Si los israelíes construyen y ponen en funcionamiento el Canal Ben Gurión, tendrán el control del 100% de ese tráfico marítimo. Pero para hacerlo tienen que quitar a los palestinos de una parte de la Franja de Gaza, que es Rafah. Si lo consiguen, puede ser la ruina para Europa. Esto no se puede permitir, porque el día de mañana lo que llegue desde Extremo Oriente va a valer tres veces más, sea el té, el café, el azúcar… En un mundo en el que cada vez hay más habitantes y se necesitan más cosas, todo va a tener que pasar por el control de estos señores.
- Entonces, ¿qué opina de la postura del Gobierno de España en este conflicto, en el que ha mostrado su apoyo a la creación de un Estado palestino?
- Opino que en este caso, como en el de Venezuela, la inmigración y tantos otros, actúa como un funambulista callejero, tocando el tambor con el fin de que la cabra continúe en lo alto de un tinglado que tan solo se mantiene a base de mentiras y falsedades. Enfrentarse con los sionistas es peligroso y lo saben.
Mujeres palestinas caminan tras la orden de evacuación emitida por el ejército israelí, en Rafah (Franja de Gaza), el pasado 6 de mayo. EFE/EPA/Haitham Imad
"Tendré problemas con los judíos"
El escritor canario es un hombre que goza de buen humor. Es habitual en sus conversaciones, al igual que en sus novelas, que introduzca algún chascarrillo que logra sacar una sonrisa a sus interlocutores (o a sus lectores, según el caso). No en vano, confiesa a este diario que no sabe si este libro "es el número 107 o el 108" de su carrera. Pero cuando comienza a explicar el motivo por el que lo está escribiendo, no deja lugar a las bromas. No en vano, señala que esta novela le va a traer "problemas con los judíos".
"A una parte de los judíos no les han gustado mucho algunas cosas que he ido diciendo sobre el tema, el conflicto y la novela, y ya me han mandado algún recadillo". Por esta razón, no exagera al reconocer que se está metiendo "en un problema muy grave, pero voy a cumplir 88 años, y si a esta edad no digo lo que pienso, ¿cuándo lo voy a decir?". Sin embargo, una cosa que recalca en su novela es que "no es lo mismo ser judío que sionista".
"Yo soy judía, no sionista; los judíos creemos en la religión judía mientras que los sionistas son aquellos que consideran que los judíos deben dominar el mundo a cualquier precio, lo cual no me parece justo. Si consideran que estoy capacitada para matar deben aceptar que estoy capacitada para impedir que maten". (Viva Palestina, página 12).
Vázquez-Figueroa (i) en los años 90, junto a dos técnicos israelíes, cerca del Mar Muerto. Cedida Israel
-¿Usted ha visitado alguna vez Israel?
-Vázquez-Figueroa: Estuve en la ciudad de Eliat en torno al año 93. Fui allí porque el gobierno israelí estaba interesado en comprar la patente de un modelo de desaladoras que yo inventé, el cual permite conseguir agua desalada a un precio mucho más barato que con las depuradoras tradicionales, al mismo tiempo que genera energía. De hecho, al final no llegué a ningún acuerdo con ellos, porque decían que solo le iban a dar agua a los israelíes, a nadie más.
Pero el caso es que en mi visita a Eliat puede comprobar que el proyecto del Canal Ben Gurión ya era algo que estaban contemplando seriamente. Ya veías por dónde iba a pasar, veías las marcas, incluso las profundidades que se habían hecho para ver si el terreno era bueno. No en vano, Eliat es la ciudad desde la que partiría el canal para recorrer Israel y desembocar finalmente en el Mediterráneo.
Vázquez-Figueroa, de firmar 100 novelas a inventar un sistema para desalar agua a 60 céntimos
Pese a las dificultades que afirma estar enfrentando para culminar su nueva obra literaria, señala que lo importante "no es el dinero ni cuántas copias se vendan. Lo que quiero es transmitir este mensaje para que la gente se dé cuenta de lo que está en juego en esta guerra".
Al momento en que este diario accede al borrador más reciente de 'Viva Palestina', la novela cuenta con 216 páginas. El último capítulo narra el episodio de polio que se está desarrollando estos días en la Franja de Gaza.
- En las redes sociales, mucha gente no ha tardado en tomar partido por uno u otro bando del conflicto. ¿Cree que es peligroso decantarse tan rápido?
- Vázquez-Figueroa: Me parece muy tonto que la gente se esté peleando y no vean cosas que son obvias, basta con ponerse delante de un mapamundi y echar un vistazo. Incluso con Google Earth se puede apreciar claramente lo factible que es el plan del Canal de Ben Gurión. La cuestión es que con esto no nos estamos jugando la política de mañana y pasado, sino la de los próximos 100 años.
"Según Agatha Christhie, en las novelas de misterio la gracia no reside en saber quién es el asesino, sino en intentar averiguar quién puede serlo. Debemos conseguir que el Orejón (Netanyahu) experimente la ansiedad de sentir que camina sobre una cuerda floja que los de su propia gente están balanceando". (Viva Palestina, página 207).
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