El
Puente de las Bolas de Arrecife de Lanzarote pide “piedad” política
Por
Bruno Perera
En
los últimos 25 años he escrito y publicado unos 10 artículos informando al
pueblo canario y a políticos acerca de que el Puente de las Bolas de Arrecife
se encuentra bastante deteriorado, y que por lo que expongo a continuación le
urge una pronta restauración.
1.Tiene
ambas torres desniveladas y sus bases quebradas a nivel del pasillo de madera.
2.A
uno de sus arcos le falta una piedra y también cementación a las restantes
piedras que componen los arcos.
3.Las
paredes de las dos torres cerca del nivel de mar y sus lados bases, por causas
del agua de mar y el movimiento de la misma, tienen sus piedras casi vacías de
cementación.
4.La
escalinata grande presenta un alto grado de corrosión debido al agua de mar y
al movimiento de las mareas.
5. Y
la escalinata pequeña ya no existe. Desapareció por corrosión.
No sé
cuánto tiempo más este abuelo arquitectónico de casi 300 años de edad
permanecerá en pie, pero aguante lo que aguante, cada día se aprecia más
abandonado y más débil. -Está como un anciano desprotegido que pide que lo
sanen, pero nadie hasta el presente se ha dignado en darle algo de cariño-.
Parte
de la sociedad lanzaroteña y políticos vagos y pasotas, se han olvidado de que
el Puente de Las Bolas no es solamente la joya arquitectónica que representa a
Lanzarote, sino que es también un lugar visitado por muchos turistas, y sitio
de añoranza de muchos de los adultos “mayores” de hoy, que cuando
éramos niños y niñas jugábamos sobre él, y desde sus muros nos tirábamos al mar
imitando a atletas olímpicos.
Sigo
diciendo que los políticos lanzaroteños, sobre todo los de Arrecife, se han
olvidado del Puente como olvidan a un abuelo que nos dio infancia, y que esos
políticos no lo toman en cuenta y prefieren olvidarlo porque en esta nueva
sociedad a todo lo que es anciano se le detesta. Y más cuando el anciano
presenta una enfermedad algo difícil de curar, sobre todo porque lo han dejado
decaer sin haberle prestado el socorro que ha venido necesitando desde hace más
de 40 años.
A
seguir y como final digo: Porque me parece que el actual alcalde Jonathan de León, es una persona activa y
porque creo que se está tomando en serio la restauración de la capital, me urge
pedirle con este párrafo que, por la amistad que me unió con su abuelo (mi
estimado e inolvidable difunto Juan Machín) a quien le ayudé a que el PP lo
nombrara miembro honorífico que dio paso a otros etc. positivos para él, se
digne encarecidamente por este detalle y otros que no nombro, a acercarse con
un arquitecto al Puente de Las Bolas y haga una inspección para que in situ
aprecie las necesidades de restauración que le urge a nuestro anciano (abuelo arquitectónico de la orilla).
Y si
el señor alcalde lo prefiere, puede contactar conmigo a través de mi correo:
brunopereragarcia@gmail.com, que con mucho
gusto lo acompañaré y le mostraré todos los defectos que padece nuestra querida
joya arquitectónica.
Nota.
Este artículo será el último que escribo en relación con el ruego de una
restauración para el Puente de Las Bolas. Si no hacen caso, pues allá ustedes.
Yo ya no puedo hacer más.
P.D.
Si deciden restaurar el Puente, no dejen de hacerlo bien de acuerdo con su
origen arquitectónico, y no al estilo de tercermundistas como la restauración
que le hicieron a los muros que van al Castillo de San Gabriel. El Puente debe
ser restaurado según fue construido y jamás con parches de cemento que tapen
las piedras. Se deben cambiar las piedras corroídas, colocar las que falten y
rellenar las cementaciones entre una piedra y otra que no parezcan parches o
bostas de cemento. Asimismo, el pasillo de madera debe ser reemplazado por otro
nuevo de madera más fuerte y que se asemeje a algo antiguo.
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