Rancho Texas - Puerto del Carmen - Lanzarote

domingo, 16 de noviembre de 2025

El universo existe porque cuando lo soñamos damos los humanos testimonio de su existencia

 


El universo existe porque cuando lo soñamos damos los humanos testimonio de su existencia

Por Bruno Perera

Desde el amanecer de la filosofía, los seres humanos hemos intentado comprender qué es realmente el universo.
¿Es una máquina inmensa que funciona por sí sola?
¿O es una realidad que sólo cobra sentido cuando una conciencia la mira, la interpreta y la sueña?

La ciencia moderna ha aportado datos extraordinarios, pero la pregunta esencial sigue siendo profundamente humana:
¿puede existir algo sin ser observado, pensado o soñado por una inteligencia?

Mi postura es sencilla y, a la vez, radical:
el universo existe plenamente porque nosotros lo soñamos, lo pensamos y damos testimonio de su existencia.
Sin la mirada humana —o sin la mirada de cualquier mente consciente— el universo sería un escenario sin público, un libro sin lector, un sueño sin soñador.

El universo necesita un testigo

La materia, las galaxias, las estrellas y los átomos podrían existir sin nosotros.
Pero su existencia significativa, su presencia como algo que se reconoce y se valida, sólo ocurre cuando una inteligencia es capaz de percibirlos.

No afirmo que los seres humanos hayamos creado el universo.
Lo que sostengo es algo distinto:

La existencia que importa, la existencia que se confirma, es la que una mente puede pensar, sentir o imaginar.

Un diamante enterrado para siempre bajo tierra existe, sí;
pero sólo adquiere sentido cuando alguien lo encuentra.

Del mismo modo, un universo sin observadores sería como un océano sin orillas:
inmenso, silencioso, invisible para sí mismo.

Somos el espejo donde el universo se mira

La física cuántica ya nos enseñó que, en el mundo subatómico, las cosas no “son” hasta que una observación las obliga a definir su estado.

Ese principio, llevado a lo grande, plantea una reflexión profunda:

El universo adquiere forma, medida y descripción porque hay inteligencias capaces de contemplarlo.

No es casual que existamos en un cosmos donde la materia puede formar cerebros
y los cerebros pueden formar conciencia.
Puede que la conciencia no sea un accidente, sino un requisito para que el universo sea algo más que energía y vacío.

El universo dormido y el sueño humano

Cuando decimos que “soñamos el universo”, no afirmamos que sea una fantasía irreal.
El sueño humano —la imaginación, la percepción, la reflexión— es el mecanismo que transforma lo indiferente en comprensible.

Para un universo sin observadores:

1.    No habría belleza en una nebulosa.

2.    No habría historia en una roca.

3.    No habría tiempo que contar ni espacio que medir.

4.    No habría relato, porque no habría narrador.

Existir sin un testigo es casi igual a no existir.

Nosotros, con nuestra breve vida y nuestra frágil inteligencia, somos los testigos del cosmos.
Damos fe.
Nombramos.
Registramos.
Comprendemos.
Soñamos.

Y en ese acto, el universo se vuelve real para sí mismo.

La existencia como testimonio

Decir que una inteligencia “confirma” la existencia del universo no es arrogancia humana.
Es reconocer un hecho profundo:

La realidad, para ser realidad, necesita ser interpretada.

Sin interpretación, sólo hay un fondo mudo de energía.
Con interpretación, hay universo:
uno con significado, belleza, historia, preguntas y sueños.

Somos la voz que pronuncia al cosmos.
El oído que lo escucha.
El ojo que lo revela.
El sueño que lo completa.

Por eso digo, y mantengo:
el universo existe porque lo soñamos, porque somos los testigos que afirman que está ahí, y porque sin soñadores no habría relato que contar.

Datos y referencias científicas relacionadas

Aunque este es un artículo filosófico, existen datos científicos que inspiran esta visión y le dan contexto.

1. Cosmología y observadores

  • La Ley de Hubble demuestra que el universo se expande, y sólo podemos conocer esa expansión porque la medimos mediante luz y espectros.
  • La cosmología moderna depende completamente de la observación: lo que no puede observarse, no puede describirse físicamente.

Fuente:
Hubble, E. (1929). A Relation between Distance and Radial Velocity among Extra-Galactic Nebulae.

2. Mecánica cuántica y el papel del observador

  • En el experimento de la doble rendija, la observación altera el comportamiento de las partículas.
  • Esto no significa que “la mente crea la realidad”, sino que lo que medimos depende del acto de medir.
  • La física cuántica sugiere que la información se concreta cuando hay un observador o un aparato de medida.

Fuente:
Feynman, R. The Feynman Lectures on Physics, Vol. III.

3. El principio antrópico

  • Propone que el universo sólo puede ser descrito así porque existen observadores capaces de formular esta descripción.
  • No explica por qué existe el universo, pero sí por qué posee condiciones que permiten inteligencias capaces de interpretarlo.

Fuente:
Carter, B. (1974). Large Number Coincidences and the Anthropic Principle in Cosmology.

Final

Y, por suerte o por desgracia, cuando un ser humano muere, el universo también muere para él.
Porque con su conciencia se apaga el único espacio donde el universo podía reflejarse: su propio sueño.

sábado, 15 de noviembre de 2025

Desde el Big Bang a Lanzarote: una historia rápida del universo y la Tierra

 


Desde el Big Bang a Lanzarote: una historia rápida del universo y la Tierra

Por Bruno Perera.

Desde el vacío cuántico, el universo tal como lo conocemos surgió hace unos 13.800 millones de años a partir del Big Bang, una inmensa expansión proveniente de un estado cuántico extremadamente denso y caliente. En los primeros segundos se formaron las partículas fundamentales, como los quarks y electrones, y gracias al campo de Higgs, la materia adquirió masa.

Con el tiempo, se formaron los primeros átomos, principalmente de hidrógeno, y a partir de la fusión nuclear en las estrellas se creó helio. Por acción de la gravedad, estos átomos se agruparon, dando lugar a miles de millones de estrellas, galaxias y, finalmente, incontables sistemas solares. La Tierra nació hace unos 4.500 millones de años, como una pequeña porción más de este proceso cósmico.

Para quienes deseen ver recreaciones visuales de este origen, aquí algunos recursos:

Si imaginamos que el Sol tiene el tamaño de un balón de fútbol (aproximadamente 22 cm de diámetro), la Tierra sería apenas un grano de pimienta de 0,06 cm. Dentro del Sol podrían caber aproximadamente 1,3 millones de planetas Tierra en términos de volumen. Y si comparamos nuestro planeta con la vastedad del universo, su tamaño sería equivalente al de un átomo dentro de una estructura gigantesca.

Las eras geológicas de la Tierra

La historia geológica de la Tierra se divide en cuatro grandes eones, clasificados según los cambios profundos en la atmósfera, la geología y la vida:

1.    Eón Hádico (4.500–4.000 millones de años)
La Tierra recién formada era un infierno de magma, impactos de meteoritos y atmósferas tóxicas. No existían continentes ni vida. Fue la etapa en la que se enfrió la corteza y comenzó la diferenciación interna del planeta.

2.    Eón Arcaico (4.000–2.500 millones de años)
La corteza se estabilizó, surgieron los océanos y aparecieron los primeros protocontinentes. En este período, los microorganismos más antiguos comenzaron a desarrollarse, capaces de vivir sin oxígeno.

3.    Eón Proterozoico (2.500–541 millones de años)
El oxígeno se acumuló en la atmósfera gracias a la fotosíntesis de cianobacterias. La Tierra experimentó glaciaciones extremas, conocidas como la “Tierra bola de nieve”. En esta etapa aparecieron las primeras células complejas (eucariotas) y los primeros organismos pluricelulares.

4.    Eón Fanerozoico (541 millones de años–presente)
Es el eón de la vida visible, que incluye tres eras:

o   Paleozoico: explosión de vida marina, aparición de peces, insectos, anfibios y bosques.

o   Mesozoico: la era de los dinosaurios, reptiles gigantes y los primeros mamíferos.

o   Cenozoico: la era de los mamíferos, aves y, finalmente, el ser humano.

Las eras continentales: del caos inicial a Pangea

A lo largo de miles de millones de años, las placas tectónicas han creado y destruido varios supercontinentes:

  • Vaalbará (3.600–2.800 millones de años): primer supercratón teórico.
  • Ur (3.100 millones de años): masa continental estable inicial.
  • Kenorland (2.700–2.500 millones de años): su fragmentación provocó intensas glaciaciones.
  • Columbia o Nuna (1.800–1.500 millones de años): unión de casi todos los cratones conocidos.
  • Rodinia (1.100–750 millones de años): famoso por coincidir con otra “Tierra bola de nieve”.
  • Pannotia (600–540 millones de años): breve unión que preparó el terreno para Pangea.
  • Pangea (335–175 millones de años): el último gran supercontinente, cuya fragmentación dio origen a Laurasia y Gondwana.

La desintegración de Pangea comenzó hace más de 200 millones de años y sigue influyendo en la configuración continental actual a una velocidad de fragmentación, contracción y expansión  de unos 2 centímetros por año. En el futuro de millones años, se espera la formación de un nuevo supercontinente, denominado Amasia o, según otras teorías, Pangea Última.

Nota: El archipiélago canario está formado por 9 islas habitadas y 157 islotes deshabitados. Todo este conjunto nació gracias a distintas fases de actividad volcánica submarina, en un proceso que comenzó cuando Pangea empezó a fragmentarse y las placas tectónicas se fueron adelgazando, creando las grandes profundidades del Atlántico entre África y América.

Según varias fuentes habidas en Internet, las primeras islas en emerger de fisuras submarinas fueron Lanzarote y La Graciosa, hace unos 19 millones de años. Después surgieron, también de fisuras submarinas:

  • Fuerteventura y Lobos: 18 millones de años
  • Gran Canaria: 15,7 millones de años
  • Tenerife: 13,8 millones de años
  • La Palma: 12,2 millones de años
  • La Gomera: 1,6 millones de años
  • El Hierro: 0,75 millones de años
  • Nota: La isla La Graciosa e Isla de Lobos son dos territorios que están habitados, por ello digo que el archipiélago canario se compone de 9 islas y no de 8 como oficialmente se acepta.

Sin embargo, otras estimaciones —como las que ofrece ChatGPT— difieren en las edades:

  • Fuerteventura y Lobos: 20-22 millones de años
  • Lanzarote y La Graciosa: 15-16 millones de años
  • Gran Canaria: 14-15 millones de años
  • Tenerife: 11-12 millones de años
  • La Gomera: 9-10 millones de años
  • La Palma: 1,7 millones de años
  • El Hierro: 1,2 millones de años

Si se aceptan estos últimos datos, Fuerteventura y Lobos serían las islas más antiguas. No obstante, yo discrepo porque observando la deriva continental en Google Earth, se aprecia que el plató submarino de Lanzarote parece haber sido el primero en emerger. Solo después, entre uno y dos millones de años más tarde, habría aparecido Fuerteventura, en un contexto en el que los continentes americano, europeo y africano seguían separándose lentamente.

También se aprecia con Google Earth que Lanzarote y el Archipiélago Chinijo estuvieron unidos por la parte de Famara al constatar que la cadena de los volcanes del pueblo de  Soo es la misma que la de la Isla La Graciosa.

Igualmente se aprecia con el  mismo programa que Lanzarote estuvo unida a Fuerteventura y Lobos. La costa del sur de Lanzarote y la del norte de Fuerteventura tienen una física terrestres tan parecidas que se pueden unir como un puzle.

En todo esto como algo especial se puede ver con Google Earth que Lanzarote tiene una fisura terrestre que corre desde Famara hasta el Charco de Sanginés, y que el Islote del Francés posiblemente fue parte del charco, pero que por causa de la quiebra indicada que se formó mientras Lanzarote se alejaba a suroeste, el territorio del charco se abrió dejando al islote fuera del territorio que hoy es el charco. Personalmente hace unos años  comprobé las altitudes y área de las orillas del charco y las del islote y concluí que estoy en lo cierto en la información que doy. Además mapas antiguos del charco cuando no tenía puentes ni relleno indican que la física terrestre del Islote del Francés es la  misma que la del charco.

Las islas: fragmentos de continentes y volcanes

Durante la disgregación de Pangea también se formaron numerosas islas, tanto por fragmentos continentales como por fisuras volcánicas submarinas. Ejemplos:

  • Macaronesia (Cabo Verde, Canarias, Madeira y Azores)
  • Caribe y Bahamas
  • Islandia
  • Y otras centenas de miles dispersas por mares y océanos.

Número de islas en el mundo

  • Estimaciones conservadoras: unas 2.149 islas contabilizadas oficialmente.
  • Estudios más amplios: alrededor de 220.000 islas incluyendo islotes y pequeñas masas de tierra.

Distribución por países

  • Suecia: 267.570 islas (la mayoría deshabitadas).
  • Noruega: 239.057 islas.
  • Finlandia: 178.947 islas.
  • Canadá: más de 52.000 islas.
  • Indonesia: 18.307 islas.
  • Filipinas: 7.641 islas.

Importancia

  • Representan el 6,3% de la superficie emergida del planeta.
  • En ellas vive aproximadamente el 10% de la población mundial.
  • Son estratégicas por su biodiversidad, recursos naturales y ubicación geopolítica.

Conclusión

La historia de la Tierra es un ciclo eterno de creación, unión y ruptura. No es un mundo estático, sino un organismo dinámico que respira y se reinventa a lo largo de los eones. Cada nuevo descubrimiento nos acerca más a comprender el proceso cósmico en constante transformación que nos ha dado forma, desde el vacío cuántico del universo hasta los continentes e islas que hoy habitamos.

Para más información

  • ESA – Misión Planck: historia y edad del universo.
  • Britannica – Escala temporal geológica.
  • Wikipedia – Eones geológicos.
  • IOP – Introducción al Big Bang.
  • Libro recomendado: Breve historia de casi todo, Bill Bryson.

 

 

 

 

viernes, 14 de noviembre de 2025

El presidente del Gobierno canario Fernando Clavijo vende castañas de invierno para subvencionar a las oenegés proinmigración ilegal

 


La ciencia se acerca a la vida extraterrestre con nuevas teorías y marcos profundos

 


La ciencia se acerca a la vida extraterrestre con nuevas teorías y marcos profundos

Por Bruno Perera

Durante décadas, la idea de vida extraterrestre fue territorio exclusivo de la ciencia ficción. Hoy ya no. La astronomía, la biología y la física han avanzado tanto que la posibilidad de que existan otros seres vivos en el universo se analiza con herramientas rigurosas, modelos matemáticos y sondas que viajan más allá de Júpiter.

La pregunta ha dejado de ser “¿hay vida ahí fuera?” para convertirse en “¿cómo sería esa vida?”

Las principales teorías apuntan en una dirección clara: la vida no necesita condiciones idénticas a las de la Tierra para surgir. La abiogénesis —el proceso por el cual la vida aparece a partir de química simple— podría producirse en cualquier planeta que disponga de energía, moléculas orgánicas y estabilidad mínima.

Si ese proceso ocurrió una vez en la Tierra, ¿por qué no habría de repetirse en miles de otros mundos habidos en la inmensidad del universo?

No hablamos de milagros. Hablamos de química.

Una de las líneas de investigación más tomadas en serio es la panspermia. Según esta hipótesis, fragmentos de roca expulsados por impactos podrían transportar microorganismos o moléculas biológicas de un planeta a otro. Si fuese cierto, algunos sistemas estelares podrían compartir “familias biológicas” similares, como ramas de un mismo árbol evolutivo dispersas por el espacio.

La ciencia no descarta que existan seres con anatomías, colores, texturas o metabolismos radicalmente distintos. Aquí la imaginación no es ficción: es biología comparada.

·        Organismos basados en silicio en lugar de carbono.

·        Seres que viven en mares de metano líquido, como podría ocurrir en Titán.

·        Vida sustentada por amoníaco, solvente eficaz a bajas temperaturas.

·        Criaturas adaptadas a altas radiaciones o a la oscuridad perpetua.

·       Sistemas cognitivos colectivos, más similares a colmenas que a cerebros humanos.

Los extremófilos terrestres —microbios que resisten temperaturas extremas, radiación intensa o ambientes tóxicos— demuestran que la vida es mucho más versátil de lo que creíamos.

Lunas como Europa (Júpiter) o Encelado (Saturno) albergan océanos líquidos bajo una corteza de hielo. En ellos podría existir actividad hidrotermal similar a la de las profundidades marinas de la Tierra, donde la vida prospera sin luz solar. Para muchos astrobiólogos, si la vida existe en algún lugar cercano, es ahí.

La idea de que civilizaciones alienígenas serían humanoides es una simplificación cultural. La inteligencia podría adoptar formas muy distintas:

·        Cerebros lentos en mundos helados.

·        Organismos veloces en atmósferas densas.

·        Inteligencias distribuidas en redes biológicas.

·   Civilizaciones post-biológicas basadas en máquinas o sistemas de información complejos.

Si una especie tecnológica evolucionó millones de años antes que nosotros, no sería extraño pensar que ya no sea estrictamente biológica.

A pesar de todas las probabilidades, no hemos encontrado señales claras de vida inteligente. Este misterio, la Paradoja de Fermi, plantea varias explicaciones: civilizaciones que se extinguen rápido, distancias demasiado grandes, señales que no sabemos interpretar o incluso un silencio voluntario. El universo podría estar lleno de vida… pero no necesariamente de civilizaciones deseosas de comunicarse.

Hoy la búsqueda científica se centra en dos vías principales:

·  Biosignaturas, como atmósferas con oxígeno y metano fuera de equilibrio, patronesestacionales o compuestos orgánicos complejos.

· Tecnosignaturas, como emisiones de radio artificiales, pulsos láser o megaestructuras (aún sin evidencia).

Los telescopios de próxima generación analizarán atmósferas de exoplanetas con una precisión sin precedentes. Paralelamente, las misiones a lunas heladas intentarán detectar moléculas orgánicas en sus géiseres naturales.

La comunidad científica está dividida.

·        Para los defensores de la teoría de la “Tierra Rara”, la vida compleja es una rareza casi milagrosa.

·        Para los partidarios del Principio de Mediocridad, la Tierra es solo un planeta más dentro de una estadística inmensa.

La respuesta aún no ha llegado, pero la acumulación de exoplanetas con condiciones diversas inclina la balanza hacia la idea de que la vida no es un fenómeno aislado.

Si algo demuestra la ciencia moderna es que la vida es tenaz, adaptable e inesperada. La existencia de otros seres, simples o complejos, no es solo posible: es probablemente inevitable en un universo con billones de mundos.

El verdadero desafío no será encontrar vida.
Será reconocerla cuando la tengamos delante.

…………………

Nota final

Abiogénesis:
Es la teoría científica que explica cómo pudo surgir la vida a partir de materia no viva. Describe el proceso por el cual moléculas simples —presentes en la Tierra primitiva o en otros planetas— pueden combinarse y organizarse hasta formar estructuras capaces de copiarse y evolucionar. En esencia, la abiogénesis estudia el origen natural de la vida desde la química.

Panspermia:
Es la hipótesis que sostiene que la vida, o al menos sus componentes básicos, puede viajar de un planeta a otro a través de meteoritos, asteroides o polvo interestelar. Plantea que la vida podría haberse originado en un punto del cosmos y “sembrarse” en otros mundos. Entre sus variantes se incluyen la litopanspermia (microorganismos transportados en rocas), la panspermia dirigida (vida enviada por civilizaciones avanzadas) y la panspermia natural interestelar.

Estas dos nociones —abiogénesis y panspermia— son pilares fundamentales de las teorías modernas que exploran cómo podría surgir, expandirse y diversificarse la vida en el universo.

 

 

miércoles, 12 de noviembre de 2025

El presidente del Gobierno canario Fernando Clavijo cambia la canción de Manolo Escobar, esa de mi carro me lo robaron ¿Dónde estará mi carro, por la de: Me robaron mi chola ¿Dónde estará mi chola?

 


El presidente del Gobierno canario Fernando Clavijo se disfraza de policía para no perder la teta lechera de los MENAs

 


En toda España: Fraudes y vacíos legales en el sistema de acogida de menores no acompañados (MENAs)

 


En toda España: Fraudes y vacíos legales en el sistema de acogida de menores no acompañados (MENAs)

Por Bruno Perera.

Hace años que vengo denunciando lo siguiente, y ayer, 11/11/2025, en un programa nocturno, la televisión española La Cuatro denunció lo mismo.

En España, el sistema de protección a los menores extranjeros no acompañados (MENAs) nació con una intención noble: ofrecer amparo a jóvenes migrantes que llegan solos, sin familia ni medios de subsistencia. Pero en los últimos años han surgido casos y denuncias que muestran cómo algunas familias procedentes del norte de África se aprovechan de los vacíos legales y de la falta de control administrativo para obtener beneficios indebidos.

En comunidades como Canarias, donde el flujo migratorio es constante y la red de acogida está desbordada, se han detectado situaciones en las que familias residentes en España o en el extranjero habrían simulado la condición de desamparo de algunos de sus hijos menores. En estos casos, los jóvenes ingresan en centros de acogida como si no tuvieran padres ni tutores, cuando en realidad mantienen vínculos familiares cercanos.

Fuentes policiales y testimonios directos de trabajadores sociales describen cómo, tras un tiempo en los centros, los supuestos menores no acompañados reciben visitas de familiares que se presentan como “amigos” o “parientes lejanos”. Una vez alcanzan la mayoría de edad, los lazos familiares se hacen públicos, y muchos pasan a convivir con sus progenitores residentes en Canarias o a solicitar reagrupación familiar. El resultado es que el Estado ha asumido durante años su manutención, educación y regularización legal, mientras los verdaderos tutores se mantenían al margen.

El problema radica en la debilidad del sistema de verificación. Los servicios sociales y las fiscalías de menores no siempre disponen de medios suficientes para comprobar si un adolescente tiene padres o tutores en España. Las pruebas de ADN o las investigaciones familiares resultan costosas y lentas, y en la práctica se prioriza la atención humanitaria sobre la comprobación del origen.

A ello se suma que diversas fuentes críticas han denunciado un posible conflicto de intereses en la gestión de los centros de acogida. Algunas organizaciones “oenegés” reciben subvenciones públicas por cada menor tutelado —una media de 150 euros diarios—, y varios analistas apuntan a que la falta de transparencia en la fiscalización de esos fondos contribuye a mantener un sistema que necesita una revisión urgente.

Cuando se detectan irregularidades, las consecuencias suelen ser mínimas. La Fiscalía, en la mayoría de los casos, se limita a investigar posibles fraudes económicos o a imponer sanciones administrativas, sin abordar la raíz del problema: la manipulación deliberada de un sistema diseñado para proteger a quienes realmente lo necesitan.

Los acuerdos con Marruecos y la resistencia a las devoluciones En los últimos años, España y Marruecos han suscrito varios acuerdos de cooperación para facilitar la repatriación de menores marroquíes no acompañados, con la promesa de que serían atendidos por las autoridades y sus familias en origen. Sin embargo, las devoluciones no se han ejecutado.

Según fuentes diplomáticas y medios nacionales, Rabat se ha mostrado dispuesto a aceptar el retorno de los menores identificados como marroquíes, pero el Gobierno español ha optado por mantenerlos en centros de acogida. Diversos analistas apuntan que la negativa a la devolución de MENAs está basada en que las oenegés que controlan los centros de MENAs hacen todo lo posible para que los MENAs no sean devueltos, porque para estas oenegés la deportación a sus países de origen representa la pérdida de grandes subvenciones para dichas oenegés. ( Si hacen cuentas comprobarán que es más caro mantener a un MENA que mandar a un joven español a estudiar una carrera en los EEUU o en cualquier país de la UE).

Aclaración: A los MENAs que son abandonados por sus padres en España para que el sistema social y político los recoja y los tutele como MENAs, se les llama MENAs”Erasmus”. Se toma la palabra “Erasmus” del famoso programa europeo de intercambio universitario que permite a los jóvenes estudiar en otro país de la UE con ayuda económica.
Así, cuando se dice “MENA-Erasmus”, se está comparando de forma sarcástica la situación de algunos menores inmigrantes no acompañados con la de los estudiantes del programa Erasmus.

El debate sobre la gestión de los fondos públicos destinados a la tutela de MENAs también ha cobrado relevancia. Varias organizaciones y auditorías han pedido mayor transparencia en el uso de los recursos, ya que el coste medio por menor acogido supera los 150 euros diarios. Sin embargo, la información sobre el destino final de estos fondos y la eficacia de los programas sigue siendo limitada y poco fiscalizada.

Expertos en políticas migratorias insisten en que estas disfunciones erosionan la credibilidad pública del sistema de acogida y perjudican a los menores que sí carecen de toda red familiar. Reformar el sistema de MENAs exige más coordinación entre la Fiscalía, los servicios sociales y las fuerzas de seguridad, además de herramientas digitales que permitan verificar con rapidez el historial familiar de los jóvenes acogidos. La transparencia y el control son indispensables para garantizar que la solidaridad española no se convierta, por desidia o burocracia, en un instrumento de abuso.

Nota: Solo en Canarias, el gasto anual destinado al mantenimiento de los MENAs y de los inmigrantes adultos en situación ilegal ronda los 500 millones de euros. Una cantidad enorme que se diluye entre tutela, centros de acogida y servicios sociales. A ello se suman cerca de 1.000 millones de euros en subvenciones que el Gobierno español y la Unión Europea conceden cada año a países africanos como Marruecos, Mauritania, Senegal y Gambia, con el objetivo de que controlen sus costas y frenen la salida de embarcaciones. No obstante, todos sabemos que ese compromiso únicamente se medio cumple cuando les conviene, dependiendo de las ayudas económicas que reciban. Y aún hay más: los gastos adicionales en vigilancia marítima —tanto en la SAR canaria como en aguas africanas— probablemente superan todas las cifras anteriores. En ellos se incluyen los costes de mantenimiento de la Guardia Civil del Mar y de las operaciones conjuntas de Frontex con España y gendarmes africanos en diferentes zonas de la costa de África.

Fuentes

1.    Defensor del Pueblo (2024): Informe anual sobre la situación de los menores extranjeros no acompañados en España.

2.    Fiscalía General del Estado: Memoria 2023 sobre menores y extranjería.

3.    CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado): Retos del sistema de acogida y protección a menores migrantes.

4.    Gobierno de Canarias, Dirección General de Infancia: Datos sobre acogimiento y tutela de menores 2022–2024.

5.    Ministerio del Interior de España (2023–2024): Acuerdos de cooperación en materia de repatriación de menores con Marruecos.

6.    El País, ABC, RTVC y Canarias7: Cobertura sobre los acuerdos de devolución y la gestión de centros de acogida.

Aviso: El vídeo emitido anoche en el programa de televisión La Cuatro, sobre jóvenes africanos abandonados por sus padres, aún no está disponible en YouTube. Mientras tanto, pueden ver este otro vídeo que aborda y explica el mismo tema.

https://www.youtube.com/watch?v=LYtjsUhxL4Q

Este artículo ha sido enviado a la señora Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.

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Apostilla de última hora:

El coste desorbitado de la tutela de un MENA en comparación con la educación privada

Si se analizan las cifras con un mínimo de sentido común, se llega a una conclusión tan simple como preocupante: a España le cuesta más tutelar a un MENA que enviar a un joven nacional a estudiar a una universidad extranjera.

Para ponerlo en perspectiva, la tutela pública de un menor extranjero ( MENA) ronda los 4.500 euros mensuales, entre manutención, alojamiento, asistencia médica, educación y personal especializado. En cambio, una familia española que envía a su hijo a estudiar a una universidad en Suiza o Estados Unidos gasta aproximadamente 2.500 euros al mes con todo incluido.

En otras palabras, el Estado gasta casi el doble en cada menor ( MENA) tutelado que lo que muchas familias españolas pueden invertir en formar a sus propios hijos. Una realidad que, por sí sola, debería obligar a replantear la gestión del sistema y el destino de los recursos públicos.

España tiene la obligación moral y legal de proteger a los menores realmente desamparados que se encuentren en su territorio, pero esa protección debe centrarse en los hijos de españoles o de ciudadanos legalmente nacionalizados. No puede ni debe asumir los problemas estructurales de África, que deben ser afrontados y resueltos por cada país dentro de sus propias fronteras.

La solidaridad internacional debe existir, sin duda, pero bajo fórmulas ordenadas, responsables y verificables, no mediante llegadas masivas e ilegales que se presentan a menudo con relatos falsos y manipulados y que terminan convirtiendo la ayuda humanitaria en un negocio de tutelas y subvenciones.

 Contacto: brunopereragarcia5@gmail.com

Tel: 0034 623 500 818