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miércoles, 24 de septiembre de 2025

La desgracia de Canarias desde hace tres décadas: la inmigración ilegal

 


La desgracia de Canarias desde hace tres décadas: la inmigración ilegal

Por Bruno Perera.

Desde hace algo más de 30 años, Canarias se ha convertido en el puerto de entrada de la inmigración ilegal hacia Europa, con la complicidad de políticos cobardes, oenegés bien financiadas y mafias que se lucran del sufrimiento humano. Lo que comenzó en los años noventa con unas pocas pateras, hoy es un negocio multimillonario que destroza nuestras islas, arruina nuestros servicios públicos-sociales y amenaza nuestra identidad.

1. La explosión migratoria en cifras

Los datos oficiales no dejan lugar a dudas:

1.    En 2014 llegaron apenas 296 inmigrantes ilegales a Canarias.

2.    En 2023 fueron 39.910, un aumento del 13.000 % en diez años.

3.    En 2024 se alcanzó un récord histórico de 46.843 llegadas, un 17,4 % más que el año anterior.

4.    En el conjunto de España entraron 63.970 inmigrantes irregulares en 2024, tres de cada cuatro por Canarias.

Y mientras tanto, varios miles han muerto en el Atlántico, convertida la ruta marítima canaria en una de las más peligrosas del planeta.

¿Y quién se beneficia de este drama?

·        Mafias que cobran hasta 500 o 1.000 euros por plaza en cayuco.

·        Oenegés que reciben subvenciones millonarias para “rescatar” y alojar.

·        Políticos que chantajean a la Unión Europea con la amenaza migratoria para seguir cobrando fondos.

2. La gran estafa de la pandemia

Durante la crisis del Covid-19, el engaño alcanzó su punto máximo:

1.    Se permitió la llegada de decenas de miles de inmigrantes bajo la excusa de que “las fronteras africanas estaban cerradas” y no podían devolverse.

2.    Mientras a los españoles se les confinaba en casa, había vuelos regulares desde y hacia África.

3.    En Canarias los inmigrantes fueron alojados en hoteles y apartamentos con todo incluido, pagado a costa de los contribuyentes españoles y europeos.

Un paraíso vacacional gratis mientras el pueblo sufría paro, restricciones y ruina económica.

3. Consecuencias sociales y culturales

La inmigración ilegal no es solo una cifra:

1.    Satura hospitales y servicios sociales que ya están al límite.

2.    Colapsa los centros de menores, donde miles de jóvenes extranjeros viven sin control real ni disciplina.

3.    Aumenta la inseguridad: robos, peleas y delitos violentos han crecido en zonas donde se concentran estos colectivos.

4.    Destruye nuestras costumbres y tradiciones, imponiendo una convivencia forzada en barrios que cambian de un día para otro.

Lo que ocurre en Canarias es un laboratorio de ingeniería social: primero se llenan las islas, luego se reparten inmigrantes a la Península, y después se normaliza el discurso de que España debe aceptar ilimitadamente a todos los que vengan de África.

4. La hipocresía europea

La Unión Europea es cómplice de esta tragedia:

1.    Paga las facturas sin exigir responsabilidades.

2.    Mira hacia otro lado cuando Francia y Alemania devuelven inmigrantes a España.

3.    Finge que esto es un problema local de Canarias, cuando en realidad sabe que Marruecos y otros países vecinos usan la inmigración como arma de chantaje político.

5. Una política suicida

Mientras el pueblo soporta las consecuencias, los gobiernos —tanto en Madrid como en Canarias— siguen alimentando el efecto llamada:

1.    Leyes blandas que impiden repatriaciones rápidas.

2.    Oenegés que operan como taxis marítimos con la excusa de los derechos humanos.

3.    Empresarios que se frotan las manos con mano de obra barata, aunque eso hunda salarios y precarice el mercado laboral.

Todo se hace en nombre de la “solidaridad”, pero en realidad es un negocio sucio que enriquece a unos pocos y empobrece a la mayoría.

6. Conclusión: una verdad incómoda

Canarias lleva más de tres décadas pagando el precio de una política migratoria cobarde, hipócrita y criminal. Con el silencio de los políticos canarios nos han convertido en la puerta trasera de Europa, un archipiélago que soporta una presión insoportable mientras la clase política se dedica a discursos vacíos.

La verdad es simple:

1.    La inmigración ilegal no es un derecho humano.

2.    La acogida masiva destruye la convivencia, la seguridad y la cultura.

3.    El pueblo canario está siendo sacrificado en nombre de intereses oscuros.

Si España no pone orden de inmediato —control real de fronteras, repatriaciones efectivas, fin del negocio de las oenegés y castigo a las mafias—, el futuro de Canarias será la desintegración social y cultural. Y no será por culpa de África, sino por la traición de nuestros propios gobernantes.

Apéndice documental

1.    Ministerio del Interior: Balance de inmigración irregular 2023-2024.

2.    Europapress, 2 de enero de 2025: “Canarias registró en 2024 un récord histórico de 46.843 migrantes llegados de forma irregular”.

3.    EFE, 3 de enero de 2024: “Los cayucos disparan la inmigración irregular en 2023”.

4.    ABC, 27 de agosto de 2024: “De 296 a 39.910 migrantes en diez años: la ruta canaria, un cóctel explosivo”.

5.    El Confidencial, 2 de junio de 2025: “Interior constata una caída de las llegadas a Canarias en mayo tras el récord de 2024”.

Nota: Espero que en futuro, no  muy lejano, llegue alguien sabio y honrado a la política canaria y ponga fin a toda esta tragedia. Los actuales políticos canarios, sin que importe de qué partido sean, son todos unos vendepatrias. Y algunos dirán que pregono en un desierto, pero les recuerdo que si no pregonase la situación hoy día estaría peor.

 

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