Canarias durante su historia conocida ha padecido cuatro
etapas de colonización
Por Bruno Perera
Canarias es un archipiélago compuesto de 8 islas importantes y cientos de islotes pequeños, todo adherido políticamente y socialmente al Estado español.
El archipiélago canario que está situado en el Océano Atlántico nació gradualmente de la separación continental Pangea, del estiramiento de las placas tectónicas del Océano Atlántico y de fisuras vulcanológicas que se produjeron en las entrañas de la corteza terrestre y el lecho marino de ese mismo espacio en tiempo después de Pangea que, comenzó a disgregarse hace unos 200 millones de años. Y el nacimiento de las Islas Canarias en esa disgregación comenzó a darse por etapas diferentes de este a oeste hace unos 18-19 millones de años, contando desde el presente hacia atrás.
Hoy según la geografía internacional, Canarias pertenece a la Macaronesia y se localiza a unos 100 km al oeste de África, cual ha sido testigo de diversas etapas de su colonización a lo largo de su historia bereber-guanche.
El pueblo bereber-guanche llegó a las islas hoy denominadas como Canarias, posiblemente en el aproximado 300 a.C., por medio de barcos fenicios desde el puerto de Essauira localizado en la antigua Mauritania Tingitana, en esa época, y que en presente conserva el mismo nombre y es actual territorio marroquí; puerto que se haya a unas 230 millas náuticas nordeste de Canarias.
Desde la llegada de los europeos en el siglo XV hasta la actual crisis migratoria actual, cada fase ha dejado unas huellas profundas, unas veces positivas y otras negativas, en la identidad y el bienestar de la población bereber-guanche.
La primera colonización casi real se inició con la llegada de
Jean de Bethencourt y Gadife de La Salle entre 1402 y 1418, quienes
establecieron un control parcial sobre las islas: Lanzarote, Fuerteventura y El
Hierro. Este primer contacto marcó el inicio de un proceso que transformaría
radicalmente la vida de los beréberes-guanches canarios, quienes vieron cómo
sus tierras y recursos eran usurpados por los colonizadores normandos europeos
que vendieron sus supuestos derechos de conquista al rey de España Enrique III
de Castilla (1390-1406).
Nota. Para conocer más detalles sobre la supuesta primera
conquista de Canarias, ver Crónicas Le Canarien en este enlace:
La segunda etapa evolutiva de colonización continuó con la compra de los supuestos derechos de conquista a los normandos, cuya herencia pasó al reinado de Juan II de Castilla (1406-1454), seguidamente al reinado de Enrique IV, y, finalmente, a la Reina Isabel I de Castilla (1474-1504) y Fernando II de Aragón (1479-1516). Terminando la conquista de Canarias en el año 1496. Y a seguir todo lo demás que ha ocurrido hasta el presente 2025.
Estos períodos de conquista española durante y después de 1496, estuvieron y aún están caracterizados por la imposición de un nuevo orden social y económico que ha desplazado a la población bereber-guanche, relegándola a un papel secundario en
su propia tierra.
La llegada de colonos españoles y de otras nacionalidades a Canarias trajo consigo una serie de
cambios que afectaron y aún siguen afectando, no solo la estructura social y económica, sino también la
cultura y las tradiciones de los canarios originales.
La tercera fase de colonización moderna comenzó en la década
de 1950, con el auge del turismo. Las islas se convirtieron en un destino
atractivo para visitantes de todo el mundo, lo que llevó a transformar las
islas, que casi solo dependían de la pesca, en un desarrollo económico sin
precedentes, pero también a la transformación del paisaje natural y cultural de
Canarias.
Las costas, antes utilizadas por los pescadores locales, se
convirtieron en complejos turísticos, y gran cantidad de tierras agrícolas
fueron reemplazadas por infraestructuras destinadas al turismo masivo, negocio
que llegó a ser, y todavía sigue siendo, el primer y mayor sustento económico
del cual depende casi al 95% cada una de las islas.
Finalmente, la cuarta etapa de invasión y colonización se ha
venido manifestando, principalmente, a partir del 1975 hasta 2025 con la
llegada de inmigrantes de Europa, África y América Latina, a quienes se les
debe reconocer que, aunque hayan sido demasiados, muchos han aportado su parte
positiva al desarrollo económico y social del archipiélago, y entre el completo,
ha habido otros no deseados, que han dado lugar a que en Canarias haya una
mayor delincuencia. Por ejemplo: un mayor tráfico de drogas, robos, quemas de
coches, asesinatos. Etc.
Por otra parte, este fenómeno inmigratorio también ha
generado un aumento significativo de la población en las islas, con cifras que rondan
los 600.000 inmigrantes, lo que hace que la población de Canarias hoy día sea
de 2.300.000 habitantes. De esta cantidad, la mayoría de los inmigrantes en las
islas son personas que han llegado de manera ilegal.
La situación se ha vuelto crítica, ya que los políticos
canarios parecen mirar hacia otro lado, ignorando las consecuencias de estas
nuevas olas migratorias y del turismo masivo, que deben ser controladas por la
falta de espacio territorial que hay en Canarias.
La llegada de turismo masivo y de inmigrantes sin control ha
generado tensiones en la sociedad canaria, que se siente cada vez más despojada
de sus recursos y espacios naturales. Parte de las tierras que antes eran
cultivadas por los beréberes-guanches han sido ocupadas por extranjeros y foráneos, y las
costas que solían ser el hogar de pescadores locales han sido transformadas en
zonas turísticas con hoteles, apartamentos y viviendas vacacionales, tanto por extranjeros, foráneos
como asimismo por nativos.
La población original de Canarias ha visto cómo su forma de
vida se desmorona, mientras que las promesas de desarrollo y prosperidad que
han hecho y hacen los políticos parecen beneficiar más a los propios políticos
y a muchos empresarios extranjeros y foráneos que han llegado a las islas después de los canarios de toda la vida.
Hoy en día, la situación se complica aún más con la llegada
de cientos de miles de inmigrantes africanos y asiáticos que arriesgan sus
vidas en pateras en busca de un futuro mejor, y asimismo con los que arriban
ilegalmente vía pateras aviones de distintos países del mundo. Tragedia que con
las subvenciones que anualmente les concede el Gobierno canario, el Estado
español y la UE a países corruptos africanos, y por la tutela de adultos y MENA,
esas ayudas han costado en gastos económicos a los países donantes mencionados,
unos 30 mil millones de euros en los 30 años que hemos padecido inmigración
ilegal de adultos y MENA (Menores Extranjeros No Acompañados). Las mafias y
organizaciones no gubernamentales han encontrado en esta crisis de inmigración
ilegal una oportunidad lucrativa, mientras que muchos políticos y empresarios
parecen más interesados en el beneficio económico propio que en el bienestar de
la población local.
En conclusión, las cuatro etapas de colonización que ha
padecido Canarias han tenido un impacto devastador en la población
bereber-guanche y en la inmigración que ha entrado como colonizadores de forma
legal e ilegal.
En toda esta odisea de etapas colonizadoras y de invasiones
inmigratorias, la pérdida de tierras, hogares y recursos naturales ha llevado a
una crisis de identidad y a un sentimiento de desamparo entre los canarios
nativos, que no hallan un sitio donde amparar a sus familias porque todo
espacio ha estado y está destinándose al turismo, a hoteles, apartamentos, a
viviendas vacacionales y a refugios para la inmigración ilegal, haciendo que
estas aberraciones saturen todos los entes sociales y públicos.
Todo esto que he indicado,
también ha dejado a la población canaria nativa y foránea residente, en una
situación en la que 3 de cada 10 personas se encuentran en el umbral de la
pobreza, y sin la oportunidad de poder alquilar una vivienda, ya que los
precios de los alquileres están por las nubes; por ejemplo, un estudio de 40 m²
se alquila a razón de 700-800 euros mensuales, y una vivienda de dos
habitaciones de unos 80-90 m² por 1.200-1.300 y 1.500 euros mensuales, cuando
los salarios normales están entre 1.134-1.300 y 1.500 euros mensuales. E
incluso en todo este disloque antisocial y antieconómico, en varias islas de
Canarias se están alquilando garajes como viviendas hogares a precios de
400-500 euros mensuales.
La situación actual de Canarias es un INRY y por tal, urge que el Gobierno canario con la ayuda del Estado español, tome medidas para abordar esta
situación y garantizar que la voz de la población sea escuchada en el proceso
de construcción del futuro de las islas.
Canarias merece un enfoque que respete su historia, su
cultura, su gente y su sistema económico y social. Porque, según se percibe en nuestras
islas, hay gente que se lucra a través de la política, de los medios de
comunicación y de varias oenegés canarias y extranjeras, lo que ha impedido que
surja un líder capaz de aglutinar al pueblo para que, mediante varias y grandes
protestas, se reclame un: ¡basta ya a tantos abusos que están llevando al
conjunto poblacional canario hacia el abismo suicida del no retorno!
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