La oportunidad de las piscifactorías en Canarias: Una alternativa
sostenible para la pesca
Por Bruno Perera
La historia de la pesca en Canarias ha estado marcada por
cambios significativos a lo largo de varias décadas, especialmente tras la
entrega del Sáhara a Marruecos en 1975, que resultó en la pérdida de
importantes caladeros de pesca para los pescadores canarios. Ante esta
situación, es necesario replantear las estrategias de desarrollo pesquero en el
archipiélago, y una alternativa viable podría ser la promoción de
piscifactorías.
La pesca en Canarias enfrenta retos considerables, incluyendo
la sobreexplotación de los recursos pesqueros, la competencia con la pesca
industrial y la variabilidad de las temporadas de pesca. A pesar de los
esfuerzos del Gobierno canario por subvencionar la actividad pesquera, la
realidad es que la cantidad de pescado capturado no siempre es suficiente para
sostener la economía de las comunidades pesqueras. Este contexto hace necesario
buscar nuevas soluciones que aseguren la viabilidad del sector.
Las piscifactorías, o acuicultura, tienen el potencial de
ofrecer varias ventajas:
1. Sostenibilidad: Las piscifactorías pueden ser diseñadas
para minimizar el impacto ambiental. Con tecnologías adecuadas, se pueden crear
sistemas de recirculación que reduzcan la contaminación del lecho marino y las
costas.
2. Producción local: Fomentar la acuicultura permitiría a los
pescadores canarios diversificar sus fuentes de ingresos. En lugar de depender
únicamente de la pesca silvestre, podrían cultivar especies de alto valor
comercial, garantizando un suministro constante.
3. Menor presión sobre los recursos naturales: Al desarrollar
piscifactorías, se puede reducir la presión sobre las poblaciones de peces
silvestres, permitiendo que los ecosistemas marinos se recuperen y se mantengan
equilibrados.
4. Creación de empleo: La industria de la acuicultura podría
generar nuevos puestos de trabajo, no solo en la producción de pescado, sino
también en áreas como el procesamiento, la distribución y el turismo
relacionado con la acuicultura.
Es cierto que existen preocupaciones sobre los impactos
ambientales de las piscifactorías. Sin embargo, estas preocupaciones no son
insuperables. Con una regulación adecuada y la implementación de prácticas
sostenibles, es posible mitigar los efectos negativos. Por ejemplo, se pueden
establecer normativas estrictas sobre el uso de antibióticos y la gestión de
desechos, así como fomentar la investigación en tecnologías que reduzcan el
impacto ambiental.
Conclusión
El Gobierno canario tiene la oportunidad de explorar y
promover las piscifactorías como una alternativa viable para revitalizar la
industria pesquera del archipiélago. En lugar de centrarse únicamente en
subvenciones, podría facilitar la creación de cofradías de pescadores que se
dediquen a la acuicultura, apoyando así un modelo de desarrollo sostenible que
beneficie tanto a la economía local como al medio ambiente. La clave estará en
encontrar un equilibrio entre producción, sostenibilidad y conservación,
garantizando un futuro próspero para las comunidades pesqueras canarias.
Promover las piscifactorías podría ser un paso hacia una
pesca más resiliente y sostenible en el contexto canario, permitiendo a los
pescadores adaptarse a un mundo en constante cambio.
(No hay que olvidar que una piscifactoría es casi igual que
una granja donde se crían animales terrestres, ejemplos: de cerdos, vacas, etc. Todo se hace en
cautiverio, que es la forma de cuidar de que la superpoblación humana no acabe
con la fauna salvaje marina y terrestre).
Ver vídeo de la piscifactoría más grande del mundo en
Noruega:
https://www.facebook.com/watch/?v=8181392588608646
Ver vídeo sobre cómo funciona una piscifactoría:
https://www.youtube.com/watch?v=lAOAsBwiOLQ
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