
Tras varios meses de tranquilidad en Hong Kong, las protestas contra el Gobierno chino en esta ciudad autónoma se reanudaron el pasado 24 de mayo. Las autoridades dispersaron a la multitud con gas lacrimógeno y cañones de agua. EEUU no tardó en reaccionar y prometió una respuesta dura. Pero, ¿qué tiene que ver Washington con esta situación?
La multitudinaria congregación no es ninguna novedad en Hong Kong: en los años anteriores la urbe ya vivió una serie de protestas masivas. Las manifestaciones actuales son de menor escala en comparación con lo que la ciudad vio en el verano de 2019. Entonces los participantes de las protestas incluso irrumpieron y tomaron el control del Consejo Legislativo autónomo.
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