Rancho Texas - Puerto del Carmen - Lanzarote

jueves, 9 de abril de 2020

Un pyropus meteorológico para Canarias


Por Luis Santana Pérez

Sobre una red de estaciones meteorológicas automáticas de Tenerife… ¿nunca llueve a gusto de todos?

En los últimos tiempos, todos mostramos un interés inusitado por conocer los pronósticos actualizados de la meteorología, ya que tienen una importante incidencia en nuestra vida cotidiana. Cuando nos levantamos cada mañana queremos saber si lloverá, hará viento fuerte o pausado, si se desatarán olas de calor y nos invadirá la calima -porque el carácter extremo de dichos meteoros condicionará muchos aspectos de nuestras vidas y del colectivo (sociedad) en que estamos inmersos-. 

Pero, qué sabemos de la meteorología, es lo mismo que la climatología… por qué hablamos tanto del tiempo que hace o qué hará en nuestras conversaciones del día a día. ¿Por qué se dedica un espacio amplio en los informativos en las noticias, qué nos preocupa de los temporales? 

Hoy iniciamos una serie de artículos que intentarán dar respuesta a esas preguntas que habitualmente nos hacemos o bien descubrirá aspectos, hasta ahora inéditos, sobre metodología y protocolos de una disciplina que hemos tenido olvidada en ocasiones, a pesar de lo esencial que son para el buen desarrollo y bienestar de nuestra vida.  

Introducción

Unas ochenta y tres unidades de estaciones meteorológicas son gestionadas, en la actualidad, por diversas instituciones (Agrocabildo, Aemet, ICIA…) y particulares. 

FIGURA 1.- Mapa de situación de las estaciones de observación meteorológica

Estas estaciones meteorológicas están ubicadas, principalmente, en la costa, medianías y montaña, es decir, en cotas inferiores a 1.800m, en distintas vertientes, formando transectos altitudinales, cuyos sensores meteorológicos tuvieron diferentes fechas de inauguración. Curiosamente, las primeras once estaciones dependientes de Agrocabildo (Cabildo de Tenerife) se instalaron en el año 2001, si bien, más tarde, al observar el buen rendimiento en la recogida de datos, el Cabildo de Tenerife amplió la red a otras 45 estaciones en julio 2004. La red de estaciones del Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (conocido por las siglas ICIA) está constituida por nueve unidades, comenzando a registrar observaciones en algunas estaciones en el año 2000.

Por otro lado, la red de estaciones de la Agencia Estatal de Meteorología (siglas AEMET) está constituida por catorce unidades, iniciando la toma de datos, el registro de observaciones en Izaña en el año 2007. Asimismo, hay que señalar que el Aeropuerto de los Rodeos lo hace en 2009 y ya, el resto de las estaciones, en junio 2010. 


FOTO 1.- Estación meteorológica automática en Icod de los Vinos, Parque el Drago, a 200m de altitud. Ejemplo de estación meteorológica, instalada en el Parque botánico del Drago de Icod. Un lugar de observaciones muy útil para conocer las condiciones medio ambientales de El Drago, y que, junto a otras estaciones próximas facilita información para conocer las características climáticas de la comarca de Icoden.

Pero ¿qué es una estación meteorológica automática? Una estación meteorológica automática es un equipo electrónico de adquisición de datos en el que los instrumentos efectúan, almacenan y transmiten las observaciones de forma autónoma, sin necesidad de la presencia de personal. La configuración tipo de una estación automática es: 

-Torre o apoyo de instrumentos - Sensores diversos. Depende de la disponibilidad económica - Sistema de almacenamiento de datos en datalogger -Sistema de comunicación por modem o radio.  ¿Cuáles son sus ventajas? Evidentemente presentan ventajas respecto de las estaciones manuales, ya que son más precisas en sus medidas, proporcionan datos a mayor frecuencia las veinticuatro horas todos los días y se pueden colocar en zonas aisladas (de difícil acceso). Los sensores de temperatura, humedad, velocidad y dirección del viento escrutan la atmósfera en intervalos de pocos segundos y el data logger registra el valor promedio de las observaciones. Sin embargo, los sensores de la precipitación y radiación solar directa escrutan la atmósfera y el data logger registra el valor acumulado de las observaciones. El periodo de almacenamiento de las observaciones promedio o acumulada depende del organismo oficial propietario de la estación. Así, por ejemplo, el control de registros lleva a cabo las observaciones cada 10 minutos (en Agrocabildo y AEMET) y cada 30 minutos (en ICIA). Los valores medios en esos periodos minutales hace perder la precisión de la observación. A pesar de este inconveniente, los nuevos valores medios son grabados y constituyen los "registros" de los ficheros de datos, que posteriormente son utilizados en los análisis climáticos. 
Veamos (figura 2) un ejemplo de utilidad de la información recogida en 2019. El conjunto de observaciones pluviométricas en todas las estaciones meteorológicas es el trazado de las isolíneas de precipitación anual acumulada o isoyetas anual de la isla. Un método estadístico gráfico que visualiza inmediatamente las intensidades pluviométricas y sus contrastes territoriales.  

FIGURA 2.- El año hidrológico 2019 es muy seco, el tercer año más seco en el intervalo 2005 a 2019. Destacan los contrastes y homogeneidades de las precipitaciones escasas acumuladas en las extensas vertientes este sureste a oeste noroeste y P.N. del Teide. Precipitaciones intensas en superficies limitadas ovaladas en medianía alta norte noreste, comarca de Acentejo y cresterías del macizo de Anaga, monte verde, precipitaciones entre 600mm a 800mm. Precipitaciones notables en la franja longitudinal alargada y estrecha en la vertiente barlovento norte noreste a noreste en medianía alta, comarca de Acentejo y cresterías del macizo de Anaga, zona de cultivo y monte verde, precipitaciones entre 500mm a 600mm. Por el contrario, precipitaciones leves en la franja costera sur sureste a oeste, volcán Teide y sus, aledaños, precipitaciones inferiores a 50mm; precipitaciones apreciables en superficie extensa y alargada, constituida por la costa y medianías bajas sureste a oeste noroeste y las Cañadas del Teide, precipitaciones entre 50mm a 100mm. Además, precipitaciones copiosas en la superficie alargada, estrecha, continua en medianía y tramos de costa noroeste a noreste entre 300mm a 500mm.

El escrutinio de días lluviosos muestra superficies “mojadas notables”, muy poco extensa en la medianía alta de la vertiente nornoreste y crestería del macizo de Anaga; superficie “mojada”, poco extensa en las medianías altas norte noreste a noreste; superficies “mojadas destacadas”, extensas, alargadas en las medianías noroeste a noreste y medianía alta noreste a sureste; lo contrario, superficies “mojadas apreciables” extensas, costa macizo Anaga, medianía baja noroeste a noreste, medianía alta norte a noroeste en la vertiente septentrional. También la costa y medianías altas noreste a sureste en la vertiente meridional; superficies “mojadas exiguas”, muy extensas, mitad de la superficie insular, costa y medianía bajas sureste a oeste vertientes meridional y occidental, y zona montañosa central.

Destacamos como las precipitaciones otoñales son ligeramente más abundantes que las precipitaciones invernales, sobre todo en las vertientes norte. Las precipitaciones primaverales son copiosas e inferiores a las precipitaciones invernales. Además, las precipitaciones estivales son apreciables en las medianías noroeste a noreste y testimoniales en el resto del territorio.

También son notables las precipitaciones acaecidas en tres episodios barométricos similares: invasión de aire húmedo por el costado oriental del anticiclón de Azores e irrupciones de frentes nubosos activos a mitad de invierno y comienzo de otoño el 17 de enero, 15 y 16 de febrero y 26 de octubre…de ese año.

*Luis Santana Pérez es científico colaborador de Agro Cabildo de Tenerife y Agro Cabildo de Lanzarote*


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