La crisis inmigratoria en Canarias: Una realidad compleja y
desgarradora
Por Bruno Perera.
La crisis inmigratoria en las Islas Canarias se ha convertido
en un tema candente de discusión política y social, revelando una maraña de
intereses económicos, explotación y manipulación. A medida que las olas de inmigrantes llegan a las costas canarias, se hace evidente que la política
inmigratoria no solo está condicionada por razones humanitarias, sino también
por poderosas dinámicas económicas y políticas que transforman vidas en
situaciones de vulnerabilidad en un negocio lucrativo.
Intereses económicos y políticos en la política inmigratoria
La política inmigratoria en Canarias no puede verse aislada
de la influencia de intereses económicos y políticos. La gestión de la
inmigración, en muchas ocasiones, parece responder más a una estrategia de
control social y económico que a una genuina preocupación por la vida y el
bienestar de los inmigrantes. El tráfico humano, promovido por mafias africanas,
alimenta una industria de explotación que capitaliza la desesperación de miles
de personas que buscan un futuro mejor en Europa. Estos grupos no solo lucran
con las vidas de los inmigrantes, sino que también manipulan la narrativa pública
para mantener el flujo migratorio.
El papel de las oenegés
En medio de esta compleja realidad, algunas organizaciones no
gubernamentales- oenegés- han sido acusadas de utilizar estrategias engañosas
para incrementar su influencia y operaciones. Alegando una misión humanitaria,
ciertas oenegés parecen ayudar a los inmigrantes mientras que, de manera
indirecta, perpetúan el ciclo de la inmigración ilegal. Esto se traduce en una
presión sobre el sistema de acogida de Canarias, que se ve obligado a adaptarse
de manera rápida y caótica a un número creciente de llegadas, lo cual podría
apuntar a un sistema donde la crisis se convierte en una oportunidad para
ciertas entidades corruptas.
La industria de la ayuda
La llegada de inmigrantes ilegales ha llevado a la creación
de una economía paralela, donde algunos empresarios se benefician de donaciones
destinadas a ayudar a estos llegados. Alimentos, ropa, y otros elementos
esenciales son vitales para quienes han arriesgado sus vidas en el mar, pero la
existencia de un negocio detrás de estas donaciones plantea cuestiones éticas.
Además, los albergues para Menores Extranjeros No Acompañados- MENA- y adultos
presentan una invitación potencial a otros inmigrantes, ya que se perciben como
refugios seguros para aquellos que buscan asilo u hogar en una región ya sobrecargada.
Consecuencias socio-políticas
La creciente población de inmigrantes ilegales en Canarias
tiene el potencial de transformar el paisaje político de la región. A medida
que más personas llegan y se establecen, podrían formar comunidades que
demandan representación política y derechos, lo que podría crear un caldo de
cultivo para tensiones sociales y políticas. La posibilidad de que surjan
partidos políticos impulsados por la diáspora inmigrante añade un nuevo nivel
de complejidad a la discusión sobre la inmigración y la identidad canaria.
Los incidentes
Los incidentes trágicos, como el reciente naufragio en la
costa de El Hierro donde 52 personas desaparecieron en el mar, muestran las
graves consecuencias de la falta de medidas efectivas en el control de la
inmigración. Con la ausencia de una vigilancia más estricta por parte de
agencias como Frontex, la tragedia en el mar Mediterráneo amenaza con
repetirse, dejando un rastro de dolor y desesperación.
Reflexionando sobre soluciones
En este contexto, hay quienes argumentamos que el cierre de
los centros de acogida y una política de cero tolerancias hacia la inmigración
ilegal podrían ser soluciones. La idea de que quienes entren en Canarias sin
autorización carezcan de derechos sociales, más allá de los primeros auxilios, es
una medida que urge implementar y que es disuasoria para que los inmigrantes
que tengan en mente meterse en una patera, zodiac o cayuco hacia Canarias se lo
piensen muchas veces antes de lanzarse a altamar.
Conclusión
La situación de la inmigración en Canarias es el resultado de
un entramado complejo de intereses que van más allá de la simple llegada de inmigrantes. Se necesita un enfoque integral que aborde no solo la crisis
inmediata, sino también el contexto global que impulsa a las personas a dejar
sus hogares.
Piensen
En los últimos 30 años que hemos padecido inmigración ilegal en
Canarias su coste ha sido unos 20 mil millones de euros. ¿Creen que Canarias,
las restantes 16 autonomías y las dos ciudades autónomas de Ceuta y Melilla
pueden tolerarse el lujo del gasto que acarrea la inmigración ilegal cuando
tenemos miles de personas nacionales desahuciadas, y otros cientos de miles sin
viviendas sociales que viven en casas o apartamentos que cuesta el alquiler
casi un 70% de sus salarios?
-Repartir entre las restantes 16 autonomías españolas a los
casi 6.000 MENA que tenemos tutelados en Canarias no ayuda en nada a las
islas, más bien se hace con ello un mayor llamamiento porque medio vaciamos los
albergues para que las mafias nos envíen a más MENA. Cerrar las puertas a la
inmigración ilegal es la única solución que nos queda antes de que sea
demasiado tarde.
Final
Aquí les dejo estas palabras para que cuando tengan un rato
de ocio mediten en ello. Y recuerden: Un MENA nos cuesta su tutela entre
100-125 euros por día, y un adulto entre 50-60 euros por día. Los MENA son
tutelados por varios años y los adultos por semanas. Y aparte de todo esto,
cuando un MENA cumple mayoría de edad 18 años, continúa tutelado fuera del
albergue con una ayuda de unos 600 euros mensuales, y alimentos por unos 4 años. Y todos,
tanto MENA como adultos, cuando reciben la residencia obtienen el derecho a la
reagrupación familiar que hace que cada inmigrante ilegal que nos entre, cuando
se legalice pueda traer a toda una familia de más de 5 individuos.
En el mismo meollo, si se legalizan a esos 500 mil inmigrantes ilegales que España tiene en proyecto legalizar, habrá que multiplicar esas 500 mil personas por 5 individuos que da igual a como si legalizáramos 2.5 millones de inmigrantes por causa del derecho a reagrupación familiar. Es posible que si sigue aumentando la entrada de inmigrantes ilegales a España vía pateras chalupas y pateras aviones, dentro de unos 30 años tengamos tanta población extranjera como nacionales. Pues resulta que ya tenemos en Territorio nacional unos 11 millones de inmigrantes.
Asimismo, toda persona que entre en España de forma ilegal,
haya o no cotizado a la Seguridad Social, si ha permanecido 10 años residiendo
en territorio nacional, cuando le llegue el día de su jubilación recibe la pensión
no contributiva. Y quien entre ilegalmente con alguna invalidez es ayudado con
una paga y todo lo necesario con Sanidad. Además, Sanidad y Educación es gratuita para todos los
residentes en España sin que importe si es residente legal o ilegal. -Todo un
chollo que pagamos los contribuyentes, nacionales y extranjeros residentes legales-.
Ver ley de reagrupación familiar:
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