Por Bruno Perera.
Llevo unos 30 años denunciando a través de varios artículos
el deterioro que está padeciendo la joya arquitectónica de Arrecife: el Puente
de Las Bolas.
En los artículos que
he publicado he denunciado los estragos físicos que padece nuestra joya, y lo he
explicado con estudios que he hecho de forma visual y fotos que he añadido, y que ahora publico
mostrando algunas de las causas que son las siguientes.
1. El Puente de Las Bolas por razón de que las bases de sus
dos torres cerca del mar están casi vacías de cimentación y algo corroídas, tiene
quebradas ambas fundaciones a nivel del pasillo de madera, y por
lo mismo sus dos torres poseen un desvío
de unos dos grados hacia un lado y otro; una más y otra menos.
2. Las cimentaciones de los dos arcos están casi vacías.
3. A uno de los arcos le falta una de sus piedras que cayó al
mar hace más de 20 años.
4. Las escalinatas, la mayor, sus peldaños presentan un alto
grado de corrosión debido a la subida y bajada de las mareas y al salitre.
5. “La escalinata pequeña que ya no existe, desapareció por
corrosión y por casi las mismas causas
que algunos peldaños de la grande”.
6. Las dos paredes que forman el total del puente también
muestran vacío de cimentación.
Y ahora pregunto: ¿Cuándo un alcalde o alcaldesa que esté en el poder en Arrecife se va a
dignar en restaurar el puente?
Contestarán que pronto, pero ese pronto es todo un cuento
porque cada uno de los partidos
políticos que han gobernado la capital, empezando por cuando gobernaba PSOE,
luego PIL, CC y PP de último, dijeron, más o menos cada uno, que había una
partida de entre 100.000 y 200.000 euros para restaurar el puente, pero en realidad
todo ha sido enredo y más enredo; mientras nuestra querida joya arquitectónica
sigue deteriorándose hasta que quizás llegue el día no muy lejano que alguna de
las torres caiga y luego no haya forma de levantarla tal como se construyó,
allá hace unos 300 años.
Yo ruego a las autoridades que actualmente gobiernan la urbe,
o a las que en las próximas elecciones lleguen a gobernar, que por favor dejen
de mentir tanto y que de una vez por todas tomen cartas en el asunto y
restauren el puente que pide a gritos que lo salvemos de su posible desgracia
que en pocos años podrá suceder.
Si no lo ayudamos, se caerá para siempre borrando parte de la
memoria de nuestro pasado y presente. Y en ello, ustedes políticos y
ecologistas quedarán ante la sociedad como individuos que jamás quisieron ver
la realidad porque para ustedes la orilla del mar de esa zona estaba lejos de
sus ambiciones y especulaciones políticas; o en otras palabras, no era rentable
políticamente y económicamente hablando como lo eran y son las costas donde se
sientan los complejos turísticos que tanto han defendido, cada uno a su aire, y
por el interés de cada partido político, empresarial y “ecolojeta”.
Final. Aclaro que para mí ecologista es una persona que de
verdad defiende la naturaleza, y “ecolojeta” es quien se camufla de ecologista
para obtener ganancias personales, y que los hay como plaga infecciosa en partidos
políticos y en oenegés.
Apostilla.
Cómo reparar el puente según mi saber.
He dicho y digo que, las dos torres del puente tienen sus dos bases quebradas a nivel del pasillo de madera, y debido a ello y a que la cimentación de las piedras de sus bases hasta el lecho marino está casi vacía, a causa ambas torres tienen un desvió de unos dos grados hacia un lado y otro, en sentido hacia fuera. Esto se ve a simple vista, y también porque las torres se aprecian que están algo alejadas del rodillo de madera que hay en la parte superior de las torres. Desde un lado más y desde otro menos.
La reparación de la verticalidad de las torres se puede reparar poniendo en cada una de las torres, por la parte exterior e interior de las mismas, unas tres barras de acero de 10cm por 20cm por el alto del puente desde la base de madera hasta la parte más alta de cada torre, todo sujeto con unas abrazaderas potentes. Luego se colocan unos tres tensores entre una torre y la otra agarrando las abrazaderas, y poco a poco se acercan las dos torres hacia su posición vertical correcta.
Según se hace esta maniobra, cuando las torres estén en su posición correcta, en ambos lados de cada torre se coloca un andamio posado sobre el lecho marino cerca de las bases de cada una de las torres, y con un mortero de cal, cemento y arena a presión desde una maquina situada sobre la base de madera, se inyecta entre una piedra y otra a través de la boquilla de la manguera de no más de unos 3cm de diámetros, la mezcla ya dicha.
Una vez que la mezcla esté seca, después de unos 3 días, se procede a retirar las abrazaderas y los tensores, así quedarán las torres en su lugar y con sus bases llenas de cimentación que dará lugar a que las torres no sigan desviándose inclinadamente hacia fuera.
Las dos bandas de todo el puente también se pueden rellenar con la misma máquina y el mismo mortero, desde andamios fundados sobre el lecho marino, pero siempre haciendo hincapié en no dejar que el mortero cubra demasiado el exterior de las piedras, como cubrieron las de la parte del puente que se reparó hace unos cuarenta años.
La piedra que se cayó del arco, se puede restaurar, limpiando el hueco, luego colocando la piedra apuntalada entre el arco y el lecho marino, y a seguir inyectándole mortero para que se mantenga sujeta.
Las escaleras, se restauran cambiando las piedras corroídas por otras nuevas.
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