La partida de test rápidos que adquirió el Ministerio de Sanidad y que se ha visto obligado a devolver porque su sensibilidad de detección del coronavirus es de apenas el 30% estaban homologados por la UE. Estas pruebas se compraron a un proveedor español, no directamente a la empresa china Bioeasy, que carece de licencia, como aclaró este jueves la propia embajada china.
Así lo explicó este jueves la Moncloa tras la polémica desatada este jueves, cuando el diario El País desveló que los primeros test rápidos llegados desde China carecen de precisión a la hora de detectar el coronavirus. Leer más
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