Las empresas siguen sin dar crédito ante la redacción definitiva del Real Decreto de supuestas ayudas para paliar las consecuencias del coronavirus. No sólo no hay rebajas de impuestos, no sólo el Gobierno cobrará intereses de un 3,75% por aplazar el pago de los distintos impuestos, sino que, además, los trámites que deberá llevar a cabo cualquier empresa para reorganizarse y evitar los despidos masivos (ERE) han sido regulados con tal carga de burocracia, que será más que difícil amoldarse a la velocidad de la crisis. Literalmente: 3 semanas de trámites para poder llevar a cabo las exigencias oficiales. El informe elaborado por la consultora Freemarket destaca que «en el ámbito laboral no hay ni una sola propuesta que sea adecuada para evitar un masivo aumento del desempleo y que contribuya a facilitar el ajuste”. Leer más
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