Una mujer australiana de 37 años repetía todas las noches el mismo ritual: antes de irse a la cama, limpiaba sus oídos con bastoncillos de algodón. Mantuvo esta costumbre durante cinco años. Hasta que empezó a tener problemas de audición en el oído izquierdo. Y descubrió con horror lo que ocurría en realidad. Según cuenta Live Science, la mujer, de nombre Jasmine, acudió al médico, que le diagnosticó otitis o infección del oído, y le prescribió antibióticos. Pero los problemas de audición seguían, y un día sacó el bastoncillo de su oído y estaba empapado en sangre. Tras un test en el que se comprobó que había perdido audición, acudió a un otorrinolaringólogo que optó por realizarle a la paciente una tomografía de la cabeza. Fue entonces cuando se descubrió la realidad: Jasmine tenía una infección bacteriana que estaba comiéndose el hueso del cráneo en la parte posterior de su oído. "Tenías que haber venido hace cinco años", dijo el otorrino, que programó una cirugía urgente. Leer más
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