La experiencia turística en Timanfaya
con una propuesta de dos trenes eléctricos
Por Bruno Perera
La belleza natural del Parque Nacional
de Timanfaya, con sus paisajes volcánicos y su rica biodiversidad, atrae a
miles de turistas cada año. Pero la experiencia de visitar este lugar
emblemático se ve empañada por las largas colas de coches que esperan fuera en
la carretera, lo que puede resultar frustrante tanto para los visitantes como
para el medioambiente.
Una solución innovadora y sostenible
podría ser la implementación de trenes eléctricos que transformen la forma en
que los turistas acceden al recorrido de este impresionante destino.
Imaginemos dos trenes eléctricos, cada
uno compuesto por tres vagones y con capacidad para 100 personas por vagón.
Esta alternativa no solo eliminaría las interminables esperas de hasta 5 horas y
colas de hasta 50 coches con niños y adultos en la carretera LZ 67, sino que
también ofrecería una experiencia más segura y agradable. Al estar diseñados
para circular sobre rieles, los trenes garantizan un trayecto más estable y
seguro en comparación con las guaguas-autobuses que transitan por carreteras
que, a menudo, están en condiciones variables.
La propuesta incluye un recorrido a
través del paraje volcánico que comenzaría desde el aparcamiento que se
proyecte en el exterior del parque Timanfaya a orilla de la carretera LZ 67,
justo en la entrada del parque, y finalizaría después del recorrido total en el
restaurante merendero, permitiendo un flujo continuo de visitantes. Este
sistema de embarque y desembarque en diferentes puntos optimizaría la logística
y mejoraría la experiencia general del turista.
Para llevar a cabo esta idea, sería
necesario reconfigurar el espacio disponible en Timanfaya: eliminar los
aparcamientos actuales habidos en el interior de la zona, que solo albergan
alrededor de 150 coches, y construir un nuevo estacionamiento en el exterior
con capacidad para 500 vehículos. Esto no solo reduciría la congestión dentro
del parque, sino que también embellecería la zona, permitiendo que la
naturaleza y la experiencia del visitante sean las protagonistas.
Nota. Si se instala el sistema de trenes
sobre rieles, la carretera actual de entrada y salida al parque se podría dejar
tal como está para el servicio de empleados y transporte de lo que el parque
necesite. La vía de trenes podría ir en su recorrido hasta el restaurante
merendero, paralela a dicha carretera, y luego seguiría la ruta del paseo por los
volcanes.
Además, para atender el aumento de
visitantes que esta propuesta podría atraer, y para respetar el legado de César
Manrique, sería recomendable construir un segundo restaurante merendero, una
réplica igual que el habido, que complemente la oferta gastronómica existente.
De esta manera, se garantizaría que todos los turistas puedan disfrutar de una
comida en un entorno único, sin tener que esperar demasiado tiempo.
La estética de los trenes también podría
ser un punto a destacar. Pintados con un camuflaje que los asemeje a las rocas
volcánicas, estos trenes no solo se integrarían visualmente en el paisaje, sino
que también se convertirían en un atractivo en sí mismos. Cada tren podría contar
con un guía en cada vagón, ofreciendo información sobre la geología, la flora y
la fauna del parque, enriqueciendo así la experiencia educativa de los
visitantes.
La implementación de trenes eléctricos
en Timanfaya no es una idea descabellada; en varios países ya existen trenes
que recorren zonas volcánicas, brindando a los turistas una forma única de
explorar estos entornos. Con esta propuesta, no solo se eliminarían las colas y
se mejoraría la seguridad, sino que también se fomentaría un turismo más
sostenible y respetuoso con el medioambiente.
Nota. Para que el parque funcione sin
contratiempos, sería necesario tener un tren extra de reserva y un pequeño
remolcador para en caso de avería en algún tren. También para reparaciones y
chequeo de los trenes, se puede poner una estación de servicio en un lado de la
vía de los trenes que no esté lejos del centro del parque.
En conclusión, la introducción de trenes
eléctricos en el Parque Nacional de Timanfaya podría revolucionar la
experiencia turística, haciendo que la visita sea más fluida, segura y
enriquecedora. Es hora de considerar esta propuesta que no solo beneficiaría a
los turistas, sino que también contribuiría a la conservación y embellecimiento
de uno de los paisajes más impresionantes de Canarias y de nuestro planeta.
Postdata. Por si fuera poco, con
las colas en Timanfaya de hasta 50 coches, que es igual a unas 200 personas,
niños y adultos, esperando hasta 5 horas a la derecha de la carretera LZ 67,
algunos turistas se ven en la necesidad de defecar y/u orinar entre las rocas
volcánicas por la falta de retretes portátiles. Y los políticos no son capaces
de buscar una solución a este problema. Dais vergüenza ajena.
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