SOS. El Puente de Las Bolas de Arrecife de Lanzarote: Un símbolo y reliquia
en peligro de extinción
Por Bruno Perera.
En el corazón de Arrecife, el Puente de Las Bolas se erige como un testigo
silencioso de la historia y la cultura de Lanzarote. Con sus casi 250 años de
antigüedad, este emblemático puente no solo es una joya arquitectónica, sino
también un símbolo de identidad para los lanzaroteños. Sin embargo, su estado
de deterioro es alarmante y, a pesar de los numerosos llamados a la acción que
he hecho, parece que su futuro pende de un hilo.
A lo largo de unos 25 años, he tenido la oportunidad de escribir varios
artículos sobre la importancia de restaurar este puente, que conecta no solo
dos orillas, sino también generaciones de recuerdos y tradiciones.
En presente las dos torres que flanquean el puente, una vez majestuosas,
ahora padecen desvío de unos dos grados hacia el interior, grietas y
quebraduras en sus bases que amenazan su integridad. Uno de sus arcos, que
debería ser un símbolo de fortaleza, carece de una piedra vital, y la
cimentación de su estructura general, tanto en sus bases como así en sus arcos,
se encuentra casi vacía, como si el tiempo estuviera reclamando lo que una vez
fue un orgullo para nuestra comunidad. Y para más INRI casi no se puede caminar
a través del mismo y su pasillo de madera está corroído por la carcoma, que da
lugar a que sea un peligro potencial para turistas y locales.
El actual alcalde de Arrecife ha expresado su impotencia, señalando que la
responsabilidad de la restauración recae en el Departamento de Costas de
Canarias. Sin embargo, esta situación no puede ser una excusa para la inacción.
El Puente de Las Bolas no es solo una estructura; es un patrimonio que
atrae a turistas y locales por igual, un lugar donde se entrelazan historias y
se forjan recuerdos. Su deterioro no solo afecta su belleza, sino que también
pone en riesgo la seguridad de quienes lo transitan.
Es imperativo que los políticos y las autoridades competentes tomen cartas en el asunto lo antes posible. La restauración del Puente de Las Bolas no solo es una cuestión de conservación histórica, sino también de desarrollo turístico y económico para Arrecife. Un puente en buen estado puede convertirse en un atractivo turístico aún mayor, fomentando la visita de aquellos que buscan conocer la esencia de nuestra isla Y más ahora que llegan a la capital tantos cruceros turísticos.
Hago un llamado a la acción a todos los ciudadanos, a los amantes de la
historia y la cultura canaria, y a aquellos que creen en la importancia de
preservar nuestro patrimonio. Es hora de unir nuestras voces y exigir que se
priorice la restauración del Puente de Las Bolas. No dejemos que este símbolo
de Arrecife se convierta en un recuerdo borroso del pasado. La historia de
nuestra isla merece ser preservada y celebrada, y el Puente de Las Bolas es una
parte fundamental de ella.
Deseo que los políticos que están gobernando actualmente la isla de
Lanzarote, en el Cabildo y los 7 ayuntamientos se dignen en levantarse de sus
sillones y tomen cartas en el asunto lo antes posible porque el puente es como
un anciano longevo que está pidiendo ayuda desde hace más de 50 años.
Por favor, basta ya de echarle la culpa al Departamento de Costas. Si se
quiere se puede presionar al Departamento de Costas para que dé el permiso de
restauración lo antes posible.
Espero que el puente no cumpla más años
sin que los Reyes Magos le traigan como regalo su restauración total y sin
chapuzas, este mismo año 2025.
P.D: Si se desea, el puente se puede restaurar y dejarlo en funcionamiento con todo el mecanismo que tenía hace unos 250 años, cuando incluso el pasillo de madera se elevaba y bajaba. De este modo, se podría mostrar a los turistas y a los locales su funcionamiento y el motivo por el cual se construyó: para poder cerrar o abrir el paso hacia el castillo San Gabriel cuando fuera necesario, evitando así que los aborígenes guanches pudieran atacar el castillo, especialmente de noche desde la orilla de Arrecife. También hay algo que ya ha desaparecido de su lugar: los cuatro retretes al aire libre, hechos de piedra, que estaban ubicados en el costado izquierdo, en la parte trasera, a unos 5 metros detrás de las torres. Yo bien recuerdo como estaban los retretes hechos, lo menciono por si se desean reconstruir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario