Saltó a la fama por participar en una fiesta en pleno confinamiento en compañía -entre otras personas- de uno de los condenados por el caso Unión, el más importante de corrupción de cuantos han sido juzgados hasta el momento en la isla de Lanzarote. Ahora el juez Ricardo Fiestras, titular del juzgado de Instrucción 4 de Arrecife, vuelve a ser noticia por la carambola jurídica que lo ha colocado al frente de la investigación de otro sonado caso de corrupción que tiene como principales imputados al expresidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés, de Coalición Canaria, y al abogado Ignacio Calatayud. Este mismo lunes, San Ginés ha celebrado como un éxito a través de un comunicado la decisión de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas de retirar de esa investigación al juez Jerónimo Alonso, de Instrucción 2, para el que el Consejo General del Poder Judicial ordenó poner escolta precisamente por sentirse amenazado por esta trama presuntamente corrupta. San Ginés y el abogado Ignacio Calatayud pidieron ese cambio de juez alegando una vieja causa en el juzgado de Fiestras y la Audiencia Provincial se lo ha concedido.
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