Pasadas las 21 horas de ayer, cuando todos los dirigentes y simpatizantes de Vox ya habían abandonado la plaza de la Constitución de Vallecas en la que habían celebrado el mitin de presentación de su candidatura a las elecciones de Madrid, el Samur aún trabajaba a destajo. Tanto el puesto ubicado en la calle Tánger como el establecido en las inmediaciones del Alto del Arenal seguían en pie para asistir a alguno de los heridos que se registraron tras las cargas policiales durante los disturbios entre los simpatizantes de Vox y los grupos antifascistas vallecanos.
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