¿Cómo y cuándo llegaron los guanches a Canarias?
Por Bruno Perera.
Una hipótesis sólida basada en la historia, la genética y la navegación
antigua
La historia
del poblamiento de las Islas Canarias ha sido durante siglos un misterio
envuelto en mitos, leyendas y teorías diversas. No obstante, en las últimas
décadas, los avances en arqueología, genética y el estudio del contexto
histórico del norte de África han permitido formular hipótesis más
fundamentadas.
Una de las más
sólidas sostiene que los guanches fueron beréberes de la antigua Mauritania
Tingitana, posiblemente trasladados desde la región de Essaouira hacia
el año 300 a.C. por navegantes fenicios o cartagineses. Esta teoría ofrece
una explicación coherente sobre su origen, llegada y posterior aislamiento.
El contexto histórico y marítimo: ¿Quién los
trajo? Antes del siglo VIII a.C., no existía
evidencia de que ningún pueblo mediterráneo tuviera la capacidad o el interés
en alcanzar las islas Canarias. La célebre circunnavegación fenicia de
África, atribuida por Heródoto al faraón Necao II hacia el 600 a.C., marca el
inicio de una era en la que los pueblos púnicos (fenicios y luego
cartagineses) comenzaron a explorar el Atlántico y establecer factorías en la
costa africana.
Uno de esos
enclaves fue Mogador, la actual Essaouira (Marruecos), un importante
punto comercial fenicio en el siglo VII–IV a.C. Desde allí, es perfectamente
viable una navegación hacia las Canarias con los vientos y corrientes
favorables.
¿Fueron llevados forzosamente? La hipótesis
más plausible es que los guanches fueron trasladados a las islas como parte
de un movimiento forzoso, ya fuera por esclavitud, castigo o como forma de
colonización indirecta. Este aislamiento explicaría por qué nunca más
construyeron barcos ni mantuvieron contacto con el continente.
Genética y cultura: la raíz bereber. Estudios
genéticos de momias guanches (Tenerife, Gran Canaria, La Palma) han confirmado
la presencia de haplogrupos típicos de poblaciones bereberes, como el U6b1
en ADN mitocondrial y el E1b1b en el cromosoma Y.
Además, el estudio de su cultura material —viviendas, costumbres funerarias,
religiosidad, etc.— muestra paralelismos con las antiguas culturas del
Atlas, del Rif y del Sáhara.
¿Qué trajeron consigo desde África? Si estos beréberes
llegaron alrededor del 300 a.C., es razonable pensar que trajeron consigo plantas
útiles, semillas, animales domésticos, herramientas y ropa adaptados a su
entorno y su forma de vida.
Semillas y cultivos:
Cebada
(Hordeum vulgare): base de su alimentación, con la que hacían el
tradicional gofio.
Trigo
(Triticum spp.): también cultivado, aunque en menor proporción.
Lentejas y
habas (Lens culinaris, Vicia faba): legumbres
secas esenciales.
Lino (Linum
usitatissimum): para hacer cordeles, tejidos o redes.
Calabaza
(Lagenaria siceraria): no solo alimento, también
usada como recipiente natural.
Higos (Ficus
carica): fruta dulce, fácil de secar y conservar.
Plantas
medicinales y aromáticas: como el lentisco, la albahaca
africana o rubia (para tintes).
Árboles y arbustos:
Palmera
datilera (Phoenix dactylifera): aunque en
Canarias no fructificaba bien, su fibra y hojas eran útiles.
Acebuche
(olivo silvestre): útil como leña y para aceite rudimentario.
Tamarisco
(Tamarix spp.): resistente al clima árido.
Lentisco
(Pistacia lentiscus): resina usada en medicina o como goma de mascar
primitiva.
Animales domésticos:
Cabras (Capra
hircus): la especie más importante, proveían leche,
carne, piel, huesos y estiércol.
Ovejas (menos
comunes)
Cerdos
(posiblemente en algunas islas)
Perros (Canis
familiaris): no solo ayudaban en la caza; en Gran Canaria el
término canarii puede derivar de ellos.
Herramientas y objetos cotidianos:
Cuchillos,
raederas y punzones de piedra volcánica o basalto.
Raspadores de
hueso para curtir pieles.
Morteros de
piedra para moler grano (gofio).
Puntas de
lanza o bastones tallados.
Cordajes,
redes, cestas de palma o pita.
Ropa y calzado:
Vestimenta de
pieles de cabra, curtidas rudimentariamente y a menudo sin
coser, simplemente atadas.
Calzado de
cuero o fibras vegetales torcidas.
Túnicas o
taparrabos en función del sexo y la clase social.
Adornos de
hueso, conchas o piedras pulidas.
Capas con
capucha en zonas más frías (como Tenerife o La Palma).
Conclusión: un pueblo aislado, pero resiliente
Si los
guanches fueron descendientes de beréberes traídos desde la costa africana por
pueblos navegantes en el siglo III a.C., esto explicaría su genética, su
lengua (hoy perdida), su material cultural y, sobre todo, su aislamiento
posterior.
Lo fascinante
es cómo, a pesar de las condiciones difíciles y el aislamiento total, lograron sobrevivir
más de 1.500 años en equilibrio con el medioambiente, desarrollando una
cultura propia y profundamente adaptada al territorio volcánico canario.
También los
guanches encontraron en las islas gran cantidad de peces y mariscos para su alimentación.
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