Solo te
quieren por lo material que tengas
Por Bruno Perera.
Nunca lo olviden: a la pareja se le conoce
durante el divorcio, a los amigos en los momentos duros, a los hijos en la
vejez y a los hermanos en el reparto de la herencia.
Ahí, en esas cuatro batallas de la vida, es donde se ve quién te quería de
verdad y quién solo te usaba mientras le convenías.
Cuando todo va bien, todos te sonríen, te llaman,
te invitan. Pero cuando te quedas sin dinero, sin salud o sin poder,
desaparecen uno por uno. Solo quedan los que no te deben nada, ni esperan nada
de ti.
El amor se acaba donde empieza el interés. En un
divorcio se descubre que aquella persona que juraba amor eterno es capaz de
destrozarte con un abogado. Los “te amo” se transforman en “me lo quedo”. El
cariño en codicia. El matrimonio se vuelve una guerra de facturas, cuentas y
propiedades.
Con los amigos ocurre lo mismo. Cuando tienes
algo que ofrecer, te sobran las llamadas. Pero si caes en desgracia, nadie te
contesta. Se esfuman como si tu miseria fuera contagiosa. Porque el interés
tiene un radar infalible: huele el dinero, no el afecto.
Los hijos, cuando llega tu vejez, pueden ser la
prueba más amarga. Muchos solo se acuerdan de sus padres para preguntar qué hay
en el testamento. Ya no les interesa tu compañía, sino tus bienes. Y los
hermanos, al repartir una herencia, se transforman en enemigos jurados. Por una
casa vieja o un terreno seco, rompen la sangre, la palabra y los recuerdos.
Vivimos rodeados de falsedades envueltas en
cariño. El dinero es el mejor detector de almas: muestra quién vale y quién
solo aparenta. Y la mayoría, cuando el dinero desaparece, también desaparece
contigo.
Por eso, quien quiera vivir tranquilo, que
aprenda a mirar más allá de las sonrisas. Que observe cómo reacciona la gente
cuando no hay nada que ganar. Ahí está la verdad: a muchos no les interesas
tú, sino lo que tienes. Y cuando ya no tienes, dejan de quererte.
El dinero no cambia a las personas. Simplemente
las desenmascara.
Datos y respaldo
Según el Consejo General del Notariado (España, 2024), los conflictos
familiares por herencias aumentaron un 35 % en los últimos diez años. En
más del 60 % de los casos, las disputas rompen definitivamente los lazos
entre hermanos.
En divorcios, el 70 % de las separaciones registradas por el INE
incluyen desacuerdos económicos.
Y los estudios sociológicos de la Universidad Complutense (2023) confirman que
el dinero sigue siendo la causa principal de ruptura entre familiares y parejas
en España.

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