La advertencia de la ONU sobre la necesidad de cambiar el modelo de producción de alimentos para atajar la crisis climática apela directamente a España. Los avisos globales para consumir carne con métodos más sostenibles y reducir las emisiones de gases ligadas al sistema intensivo de la industria agrícola y ganadera inciden en la manera en que España gestiona su territorio para obtener comida. Un 23% del efecto invernadero es achacable a estos procesos. Un tercio de la comida termina desperdiciada, según el IPCC. Los expertos científicos de la ONU han lanzado el mensaje: la humanidad necesita otra forma de alimentarse y producir su comida para frenar el cambio climático. España también. Solo las actividades agrícolas suponen el 12% de las emisiones españolas y crecieron en 2017 un 3,1% (el último año cerrado). Calca el nivel atribuido a nivel planetario a este sector. Leer más
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