A la hora de la verdad, la mayoría de la moción de censura sólo fue imprescindible en uno de los seis decretos-ley que este miércoles se sometieron a votación en el Congreso de los Diputados: el que modificaba las normas sobre el alquiler, una norma que se salvó de morder por segunda vez el polvo de la arena parlamentaria.
Las votaciones, tras más de seis horas de debate sobre las medidas del Gobierno, se llevaron a cabo a mano alzada. Según explicó la presidenta del Congreso, Ana Pastor, se hizo así porque aún no se ha instalado el sistema informático necesario en la sala Constitucional de la Cámara Baja. Si en el momento de alzar la mano, los representantes de ERC, PDeCAT, PNV, Compromís y EH Bildu la hubiesen guardado en el bolsillo, todos los decretos del Gobierno salvo el del alquiler habrían salido adelante igualmente gracias a la posición adoptada por el partido de Albert Rivera. Leer más
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