Sin temer demasiado los nubarrones que las rodean, las bolsas han subido en solo tres meses prácticamente todo lo esperado para el conjunto del año. En el mercado se ha instalado en la complacencia y poco ha importado la amenaza de tormenta que supone la desaceleración de la economía, que se refleja ya en los últimos cuadros macro presentados por los bancos centrales y también en las propias expectativas de beneficios, más bajas ahora que en enero.
Pero no es lo único que las bolsas no se han tomado tan a la tremenda como en el pasado: la guerra comercial, la propia ralentización de China o el Brexit, fuentes de incertidumbre aún por resolver y que tiempo atrás fueron motivos para vender, hoy no impactan tanto. Leer más
No hay comentarios:
Publicar un comentario