El Cosmo-Poder es la Energía Cuántica más sabia e inteligente
del universo
Por Bruno Perera.
En momentos de profunda reflexión sobre los misterios del
cosmos, me han surgido ideas que me invitan a contemplar la grandeza y la
inteligencia inherentes al universo, que quiero compartir con ustedes: el
concepto del Cosmo-Poder. Esta energía cuántica, que impregna toda la
existencia, se revela como la fuerza más sabia e inteligente que rige la
Creación, guiando desde las formas de los planetas hasta la distribución de la
vida en el cosmos.
La forma esférica de los planetas: una manifestación de
sabiduría cósmica
Una de las manifestaciones más evidentes de esta inteligencia
es la forma esférica de los planetas. La Naturaleza ha optado por crear cuerpos
celestes en forma de esferas, una decisión que no parece ser casual. La forma
esférica permite que los planetas roten de manera estable y eficiente,
facilitando condiciones propicias para que el Sol regule las estaciones y se
produzca la vida. Si hubieran sido planos, las temperaturas serían siempre
iguales y la gravedad, junto con otros fenómenos físicos, habrían provocado que
todo lo que se moviera en su superficie cayera al abismo, imposibilitando la
existencia de vida inteligente o semiinteligente.
La esfericidad, entonces, no solo es una característica
estética, sino una estrategia del Cosmo-Poder para garantizar la estabilidad y
la habitabilidad de los mundos. Este diseño refleja una planificación
consciente que busca mantener el equilibrio en el grandísimo escenario del
universo, asegurando que las condiciones para la vida puedan florecer en
diferentes rincones del cosmos.
Reservorios de potencialidad: los planetas como semillas del
futuro
Además, esta visión sugiere que muchos planetas en el
universo podrían ser reservorios de potencialidad. Es decir, el Cosmo-Poder
podría tener en reserva ciertos cuerpos celestes que, en épocas futuras, cuando
el Sol engulla la Tierra, podrían transformarse en lugares habitables. La idea
es que la inteligencia del universo no solo se manifiesta en la Creación, sino
también en la planificación a largo plazo, en la conservación de recursos y en
la preparación de nuevos escenarios para la vida.
Los planetas actuales no habitados por vida inteligente, en
este sentido, serían como semillas que esperan su momento para florecer en
condiciones propicias, en un proceso guiado por la sabiduría del Cosmo-Poder.
Esta perspectiva nos invita a entender que la Creación no es un evento aislado,
sino un proceso continuo y dinámico, donde cada elemento tiene un propósito y
un tiempo determinado para manifestarse.
La cuestión de la forma de la Tierra y la evidencia del
diseño cósmico
Este enfoque también refuta teorías como la del
terraplanismo, que niegan la forma esférica de la Tierra. La evidencia física y
la lógica del universo apuntan a que la planitud no puede ser compatible con la
existencia de vida móvil, inteligente o semiinteligente. La forma esférica no
solo permite la rotación y el movimiento en el espacio, sino que también
asegura la distribución equilibrada de la energía y los recursos necesarios
para la vida.
La forma de la Tierra y de otros planetas es, por tanto, una
prueba palpable de la inteligencia y la planificación del Cosmo-Poder. Cada
característica del cosmos parece estar diseñada con un propósito superior,
reflejando una sabiduría que trasciende la mera casualidad.
La inmensa sabiduría del Cosmo-Poder y su propósito superior
Comprender al Cosmo-Poder como la energía cuántica más inteligente y sabia del universo nos invita a apreciar la perfección y la planificación que subyacen en cada rincón del cosmos. Desde la forma de los planetas hasta la potencialidad de nuevos mundos, todo parece estar diseñado con un propósito superior, una muestra de la infinita inteligencia que rige la Creación.
Se puede especular que el Cosmo-Poder creó el universo para
dar testimonio de su existencia a través de la vida inteligente y
semiinteligente. La presencia de seres conscientes en el cosmos sería, entonces,
un reflejo de esa sabiduría suprema, una forma de manifestar su existencia en
diferentes niveles de conciencia.
La naturaleza cíclica y la posibilidad de múltiples universos
Otra reflexión interesante es la idea de que el universo no
sería un evento único y definitivo. Se puede plantear que el Cosmo-Poder nunca
se agotará, ya que ello implicaría que volvería a ser parte de la NADA CÓSMICA,
lugar donde se formó antes de dar origen al Big Bang, con la ayuda de la
partícula de Higgs. En este hipotético caso, quedaría el Cosmo-Poder en un
estado de letargo del cual no sabríamos cuándo volvería a despertar para crear
un nuevo universo.
Incluso, podríamos especular que, antes de este universo
actual, el Cosmo-Poder pudo haber creado otros, y que, por su propia voluntad,
puede repetir sus modelos de universos tantas veces como le plazca. Esta visión
cíclica y expansiva del cosmos refleja una inteligencia infinita, capaz de
generar múltiples realidades en un proceso que trasciende nuestra comprensión limitada.
Conclusión: La inspiración de la sabiduría cósmica
En definitiva, comprender al Cosmo-Poder como la energía
cuántica más sabia e inteligente del universo nos invita a apreciar la
perfección y la planificación que subyacen en cada rincón del cosmos. Desde la
forma de los planetas hasta la potencialidad de nuevos mundos, todo parece
estar diseñado con un propósito superior, una muestra de la infinita
inteligencia que rige la Creación y que continúa inspirándonos a explorar y
comprender los misterios del universo con humildad y asombro.
Este entendimiento nos anima a reconocer que somos parte de
un inmenso y sabio plan cósmico, donde cada elemento tiene un significado y un
destino. La existencia misma sería, en última instancia, un testimonio vivo del
Cosmo-Poder, esa energía cuántica que, en su infinita sabiduría, continúa
creando, preservando y renovando el universo en un ciclo eterno de
manifestaciones sin descanso cósmico.
Final: La formación de la vida en la Tierra es un proceso complejo y aún en
estudio, pero la teoría más aceptada sugiere que la vida surgió hace
aproximadamente 3.5 a 4 mil millones de años en condiciones muy diferentes a
las actuales. A continuación, explico los principales aspectos sobre cómo se
formó la vida y cuáles fueron sus primeros vestigios:
1. Formación de la Tierra y condiciones primitivas: Hace unos
4.6 mil millones de años, la Tierra se formó a partir de la acumulación de
material en el sistema solar. En sus primeros millones de años, la superficie
era extremadamente caliente y estaba cubierta por océanos de magma. Con el
tiempo, la Tierra se enfrió, formando una corteza sólida y permitiendo la
presencia de agua en estado líquido.
2. Origen de los compuestos orgánicos: Se cree que los
compuestos orgánicos, que son los bloques básicos de la vida, pudieron formarse
en la atmósfera primitiva, en las profundidades del océano o en cometas y
meteoritos que impactaron la Tierra. Experimentos como el de Miller y Urey en
1953 demostraron que aminoácidos, los bloques de las proteínas, podían formarse
en condiciones similares a las primitivas de la Tierra.
3. Formación de las primeras moléculas vivas: Los compuestos
orgánicos se combinaron para formar moléculas más complejas, como proteínas,
ácidos nucleicos (como el ADN y ARN) y lípidos. Se piensa que estas moléculas
comenzaron a organizarse en estructuras que podían replicarse y realizar
funciones básicas, dando origen a las primeras formas de vida.
4. Primeros vestigios de vida: Los fósiles más antiguos que
se han encontrado corresponden a microorganismos unicelulares, como bacterias y
arqueas, que vivieron en ambientes acuáticos. Algunos de los vestigios más
antiguos incluyen:
- Estromatolitos: estructuras formadas por capas de
cianobacterias y otros microorganismos, que datan de hace aproximadamente 3.5
mil millones de años.
- Fósiles de microfósiles: restos microscópicos de células
que indican la presencia de vida primitiva en rocas de esa antigüedad.
- Isótopos de carbono: en rocas antiguas, ciertos patrones en
los isótopos de carbono sugieren actividad biológica temprana.
En resumen, la vida en la Tierra probablemente se originó a
partir de moléculas orgánicas simples que, mediante procesos químicos y
físicos, dieron lugar a las primeras formas de vida unicelulares, cuyos
vestigios se conservan en fósiles y en las rocas más antiguas que conocemos.
De todo esto cabe especular que el Cosmo-Poder se ha equivocado
y se equivoca algunas veces mientras lleva a cabo la creación del universo.
Resulta que, después de haber creado el Cosmo-Poder todo lo mencionado
anteriormente, creó en el mundo vida que nació de musgo, plantas, árboles y
animales de varias especies, pero poco inteligentes. Luego, eliminó casi todos
los grandes animales, como los dinosaurios, y posteriormente creó otras
especies más pequeñas, más perfectas y más adaptadas al medio ambiente,
incluyendo a los humanos, que a veces los crea con defectos. En resumidas
cuentas, pienso que el Cosmo-Poder aprende mientras lleva a cabo la hechura del
universo o de los universos que haya creado.
Nota: Por favor, no interpretes todo lo que he escrito en este artículo como algo completamente científico o totalmente verídico. Más bien, son ideas que invitan a reflexionar y a explorar un universo lleno de misterios incomprensibles que probablemente nunca llegaremos a comprender por completo.
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