Rancho Texas - Puerto del Carmen - Lanzarote

lunes, 17 de junio de 2024

La vida no existiría sin un continuo robo común

 


La vida no existiría sin un continuo robo común.

Por Bruno Perera.

Existen leyes que permiten hacer negocios entre personas, entre varias y entre naciones, lo cual equivale a robarse unos a otros, pero dentro de los límites legales.

También hay religiones que promueven una vida honrada, pero que en realidad engañan y roban a las personas.

Además, hay guerras que se llevan a cabo para proteger los intereses de los ricos y millonarios y para robar.

Asimismo, existen guerras relacionadas con el narcotráfico que tienen como objetivo robar a través de la violencia y la muerte.

Por si fuera poco, mientras estás en tu casa, mucha gente intenta robarte a través de tu ordenador o tu móvil.

Una vez sales a la calle, las gasolineras, los taxistas, los mecánicos, los supermercados, los bares, los restaurantes, los hoteles, quienes alquilan viviendas, las tiendas de ropa, las joyerías, los bancos, las tiendas de coches, las tiendas de deporte, las tiendas de electrodomésticos, los hospitales, los médicos, los abogados, los carpinteros, los albañiles, los empleados, la policía, etc, también te roban. Y el Estado y los políticos te roban a través de impuestos abusivos. Incluso las funerarias intentan sacar provecho, antes y después de tu muerte.

En resumen, todo el mundo roba y todo el mundo es robado, incluyendo entre amigos y familiares si nos damos la oportunidad.

Todos tomamos del mundo lo que podemos. A pesar de esta realidad, es importante mantener la esperanza y luchar por un mundo más justo y honesto, pero siempre en alerta.

Aunque exista corrupción y deshonestidad, también hay buenas personas y organizaciones que trabajan por el bien común. Es necesario enfocarse en estas acciones positivas y evitar caer en el odio, el rencor, la desconfianza y la negatividad, ya que perderse en estos sentimientos puede llevarte a un destino lamentable.

En definitiva, es importante recordar que la avaricia y la desconfianza pueden llevar a consecuencias fatales, como el ejemplo de aquel que guardó sus ahorros en una caja fuerte a prueba de bombas y que, por miedo a ser robado, un día olvidó la clave que le permitía acceder a su fortuna, lo que finalmente resultó en su ruina y muerte.

P.d: No solo los humanos nos robamos unos a otros, los animales también practican la misma necesidad, tanto los de tierra como los de mar. Por ello se puede decir que la vida funciona dentro de un robo general inducido y pactado por la propia naturaleza.

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario